En Italia se vive con otras costumbres, especialmente en los horarios. Acá es imposible cenar pasadas las 20.
Acá la gente está cenando sobre las 19, apenas caído el sol. Después queda la gente joven tomando tragos en algunos pub o confiterías, pero ya no hay venta de comida.
En lo cotidiano, el movimiento es permanente. Acá en Novara, como en Vercelli, dos poblados no tan grandes las maravillosas
y cuidadas carreteras están a full. Ni qué decir las autopistas rumbo a Milán o Turín. Miles de autos por momentos abarrotados en un tráfico sin fin.
Vercelli, un poblado de algo más de 50.000 habitantes, es de extrema belleza. De fondo, en su costado oeste se pueden ver de fondo las montañas aún nevadas. Cuentan que los inviernos son duros y cae nieve.
Para el lado de Turín ya vienen los Alpes, que al pasarlos se cae en suelo francés. El verano está desapareciendo y el otoño es duro en cuanto a la baja temperatura. Las noches obligan a una campera. La lluvia aparece seguido.