Es conocido por todos la difícil situación por la que atraviesa el sector de jubilados y pensionados de todo el país, que viene experimentando desde hace tiempo la caída del poder adquisitivo a niveles que, en el caso de los que perciben el haber mínimo de poco más de $279.000, más un bono de $70.000 que otorga el gobierno, apenas les alcanza para subsistir en medio de grandes carencias.

Si bien es cierto que los integrantes del denominado sector pasivo pueden solicitar como beneficio los subsidios para el uso de los servicios públicos como transporte, agua corriente y cloacas, además de gas y electricidad, no hay ninguna contemplación para otros rubros, especialmente en lo que respecta a las obligaciones tributarias como rentas, o en el pago de las contribuciones municipales, de gran incidencia negativa en los haberes que perciben.

Conforme a lo previsto, durante el mes de marzo en curso las jubilaciones y pensiones tendrán un aumento del 2,2%, que apenas incidirá en los nuevos haberes, todos los impuestos y contribuciones que se han comenzado a cobrar tanto a nivel nacional, provincial como municipal han experimentado ajustes muy superiores que imposibilita mantenerse al día en el pago de obligaciones.

Las jubilaciones que están por sobre la mínima también se ven afectadas por este mismo problema, ya que cobrar un poco más de $350.000 no otorga el margen suficiente para hacer frente a esos impuestos.

Solicitar la excepción total o parcial de los pagos es posible pero en muy contados casos, ya que hay que acreditar que los ingresos están en el nivel de la mínima o por debajo de ésta, y que no se dispone de ningún otro ingreso que puedan hacer caer este beneficio.

Mientras que en la mayoría de la provincias los municipios no están haciendo ninguna excepción a los jubilados en el pago de las contribuciones, en la ciudad de Buenos Aires desde hace tiempo contempla excenciones parciales al pago del ABL (impuesto al Alumbrado, Barrido y Limpieza). La excención total es menos común ya que exige al beneficiario demostrar que está percibiendo un haber igual o menos a cuatro veces la jubilación mínima.

Contemplar determinados beneficios fiscales a los jubilados y pensionados, si bien no es una solución total a la difícil situación por la que atraviesan los integrantes del sector pasivo, es una manera de no exigirles más de lo que pueden dar y llevarles algo de tranquilidad ante la complicada situación en la que se encuentran y de la que no podrán salir hasta que no se contemple un cambio de esquema en lo laboral que repercuta en el ámbito previsional.