El juez del Tribunal de Impugnación, Maximiliano Blejman, confirmó la condena de 7 años que, el pasado 22 de mayo, la jueza, Carolina Parra, le impuso a Luciano Brizuela (30, alias ‘Duende Verde’ o ‘Chevere’) por violar a una anciana en setiembre de 2022, cuando tenía 77 años. Así, el magistrado respaldó la actuación de Fiscalía y la propia magistrada en el juicio y su sentencia, que el defensor oficial, Hugo Trigo, buscó derribar con el argumento de que fue ‘arbitraria’ o fruto del puro ‘subjetivismo’ de la jueza, a la que le atribuyó haber imputado delitos más graves a su defendido o haber formulado su propia teoría del caso.
Sin embargo el juez cerró las puertas al reclamo del defensor, con duras críticas.
‘Llevar adelante la tarea defensiva es uno de los más dignos trabajos que nuestra Constitución respalda, pero tal tarea se debe desarrollar con objetividad y honestidad profesional, no basta atacar por atacar un fallo judicial sin tener fundamentos sólidos que indiquen cual ha sido el agravio que se sufre por dicha decisión, lo contrario es apelar por apelar, lo que entierra la dignidad de la tarea defensiva, mas aún si se trata irrespetuosamente como en este caso (a la jueza), por lo que en casos venideros deberá el defensor ajustar su conducta a derecho’, expresó el magistrado en su fallo.
Y agregó: ‘debo decir que resultan agraviantes e infundados los términos utilizados por el impugnante, rayanos no solo a una falta de respeto ante la investidura jurisdiccional, sino que también en un futuro pueden ser merecedores de alguna sanción. Decir que una sentencia es “tendenciosa”, sin prueba alguna es de una irresponsabilidad profesional mayúscula’.
Brizuela ya registraba una condena de 5 años por haber robado una moto. Y arrastraba problemas de adicción a las drogas desde sus 13 años. En 2022 pareció haber reencausado su vida y lo buscaron para colaborar con la víctima, ayudándole a cuidar a su marido enfermo. Pero cuando ese hombre falleció, recayó en las drogas y empezó a sacar la peor parte de su personalidad, al punto de que cuando la víctima fue a visitar a su hija a Buenos Aires, comenzó a hacer juntaderas, a venderle sus cosas (es investigado también por esos presuntos robos). Y lo peor, a enfrentar a la anciana, a amenazarla diciéndole que le iba a ‘reventar la casa’ y hasta abusar sexualmente de ella. Luego de esos ataques, la mujer entró en un estado depresivo.
Tanto el fiscal de la UFI CAVIG, José Tomás Plaza, como el fiscal de Impugnación, Fabrizio Médici, enumeraron cada prueba que complicó a Brizuela, que deberá seguir preso.