Cuando los médicos revisaron a ese nene de 1 año y 6 meses que había ingresado con un color pálido, leves síntomas de hemorragia en sus ojos, en estado somnoliento y su cuerpo con moretones de distinto grado de evolución, no creyeron para nada la versión que su madre, de 16 años, intentaba instalar: que el niño se había caído de la cama cuando quedó al cuidado de su pareja y que, al otro día, se volvió a caer cuando ella lo llevó al columpio de una plaza. En el acto desplegaron el protocolo de rigor para chicos maltratados, porque los cuatro médicos que vieron al menor coincidieron en que esos hematomas en su cuerpo eran compatibles con golpes de puño o patadas.
El ataque había ocurrido el 23 de abril de 2018, cuando la jovencita salió a hacer compras con una de las hermanas de su entonces novio, Juan Carlos Ruarte (32 años, alias ‘Pincha’ o ‘Carlitos’, sufre sordera) dejándole el niño a su cuidado. Al volver se topó con su pareja levantando del piso al nene, que lloraba mucho, tenía un ‘chichón’ en la frente, la nariz raspada y otras lesiones.
La propia madre de la adolescente fue también un factor clave para empezar a guiar las sospechas hacia su entonces yerno, porque a ella no le cerraba la versión de los supuestos accidentes relatados por su hija.
Ante los psicólogos del ANIVI, sin embargo, la menor se quebró. Ahí contó que tenía una relación de unos 6 meses con Ruarte, quien golpeaba a su hijo, tratándolo de ‘mañoso’ y que el viernes 23 de abril de 2018 volvió a atacarlo. Todo ese fin de semana la chica lo pasó en la casa de Ruarte. El domingo por la noche, cuando decidió volver con sus padres, relató que él la amenazó para que se fuera a su casa y dijera que el niño se había caído de la cama.
Esa noche, sin embargo, la chica enfiló al hospital Rawson, para que atendieran a su hijo, aunque intentó sin éxito instalar la versión de su pareja.
El propio Ruarte no dudó en apuntar contra la adolescente cuando fue interrogado, culpándola de las lesiones sufridas por el menor. Su familiares intentaron favorecerlo, señalando a la menor como autora de los golpes y el trato descuidado que le daba a su hijo.
Pero en su intención de favorecer a Ruarte se contradijeron. Dijeron que ese fin de semana no había estado en la casa, pero el propio Ruarte aseguró que sí había estado y habló de las supuestas caídas del niño.
‘Yo nunca le pegué, a veces ella se va, le daba la teta y lo dejaba, en la habitación junto conmigo, yo estaba durmiendo, y el niño se caía de la cama, yo me despertaba y lo veía en el piso. El niño se caía seguido de la cama’, dijo Ruarte, para luego aclarar que no quería a la menor, que varias veces le dijo que se fuera, pero ella volvía a su casa.
El 7 de noviembre de 2022, ordenaron capturarlo, pero recién cayó hace casi 2 meses.
Llegó preso a juicio. Y fue entonces que optó por reconocer su culpa en el delito de lesiones graves y aceptar una pena de 3 años de prisión sin detención. Así lo acordó con la fiscal Silvina Gerarduzzi a través de su defensor, Alejandro Castán. Y lo ratificó ante el juez Miguel Dávila Saffe, quien ahora deberá resolver.