Ariel Omar Pérez (39), único acusado de matar de 8 cuchillazos a su expareja, la empleada municipal Yanina Pérez (44) en la puerta del cementerio de Angaco el pasado 15 de febrero, tiene una personalidad ‘borderline’. Según fuentes judiciales, eso concluyeron dos psicólogos que lo entrevistaron para conocer los rasgos más importantes de su conducta. En sus opiniones, los profesionales destacaron que comprende lo que hizo y puede dirigir sus acciones, es decir que es imputable y podrá permanecer detenido si acaso es condenado.
¿Pero qué es el trastorno límite de la personalidad y cómo puede jugar en la estrategia defensiva?
El Instituto Nacional de la Salud Mental de los Estados Unidos, describe algunos síntomas de los sujetos con personalidad borderline. Estas personas tienen afectada, de manera grave, su capacidad para controlar sus emociones. Y esa pérdida en el control, los lleva a ser impulsivos, inseguros de sí mismos y a tener dificultades para relacionarse con otros. Además, tienen sensaciones siempre en extremos: así, un día todo es maravilloso y al otro todo horrible, o pasar de sentir una cercanía extrema por alguien a una aversión extrema.
Pérez estuvo prófugo, hasta que resolvió entregarse a las 3,15 del 18 de febrero. Entonces Fiscalía le imputó homicidio doblemente agravado, por el vínculo y por violencia de género (la única pena prevista es perpetua). Y sus defensores, Eduardo Sait y Fernando Bueno, buscaron en el acto que sea entrevistado por profesionales de la salud mental, ‘en detalle’, para conocer ‘su estado psíquico y el grado de su trauma’, ya que en su opinión, era la víctima quien ‘lo acosaba y hostigaba’. ‘Él no planificó el hecho, no llevaba el arma homicida’, dijo esa vez Sait.
El examen encarado entonces para conocer el perfil de personalidad del acusado, arrojó entonces que tiene un tipo particular de personalidad.
¿Qué concluyeron los psicólogos?
‘(Pérez) tiene rasgos disfuncionales de tipo límite, por lo que es una persona inestable en cuanto a si mismo y a los demás. Tiene dificultades en las relaciones interpersonales y de pareja. Presenta un punto de conflicto claro, que es el manejo de la agresividad y la tensión. Sumado a que, a nivel general, maneja mal las emociones y en ocasiones llega a actuar sus afectos, impulsos y ansiedades’, informaron los expertos ante Fiscalía, ahora a cargo del fiscal coordinador, Francisco Micheltorena y el ayudante fiscal César Recio.
Y agregaron: ‘Tiene una clara problemática con sus figuras parentales, en su sexualidad y en la salida social (problemas de adaptación). Puede llegar a leer mal la realidad y sus circunstancias por distorsiones cognitivas y a proyectar su conflictiva y mundo interno con escaso control. Tiene dificultades para reconocer su mundo interno ya que hay escasa capacidad de introspección, por lo que es poco probable que busque tratamiento por iniciativa propia’.
A pesar de los desajustes internos y el problema de Pérez en el manejo de sus emociones y cómo interactuar con su entorno, las conclusiones de los psicólogos no dejan dudas sobre un punto: comprende lo que hace y puede dirigir sus acciones, es decir que es imputable.
Ahora, la Defensa deberá evaluar cómo encajan esas opiniones en su intención de atenuar la responsabilidad del imputado.
A la opinión de los psicólogos, se suman otras evidencias. Como los dos compañeros de trabajo de la mujer que lo vieron atacarla y otros dos lo vieron huir. Los audios por WhatsApp que mandó a su otra expareja y a un amigo, admitiendo que había atacado a la mujer. Una denuncia de Yanina Pérez por violencia de género en un juzgado de Paz. La encuesta ambiental a vecinos del sospechoso, que dijeron haber escuchado ‘a diario’, las discusiones y peleas cuando ambos convivían. El relato de dos hijas de la mujer asesinada, sobre las agresiones, amenazas y hostigamientos del sospechoso. O las dos condenas (de 1 año cada una) por lesiones y otros delitos contra su expareja y madre de sus hijos, se destacan en la investigación fiscal.