La gestión municipal de Sergio Miodowsky tiene en el comercio departamental un desafío más que complejo: ordenar el sector, cuando apenas un tercio de los locales están debidamente registrados y, al mismo tiempo, 1 de cada 6 comercios todavía ni siquiera está en condiciones de funcionar legalmente por su precaria condición ante la AFIP. Este universo, tan heterogéneo como disperso, fue el que llevó al municipio a impulsar una ordenanza, a la que le dio luz verde el Concejo Deliberante, que terminó cambiando el criterio con el que se calcula ahora la tasa comercial. Con estos nuevos parámetros, varios comerciantes incluso deben abonar lo mismo o hasta menos que el año pasado. Y la meta final de las autoridades, más allá de poner en carril la alicaída recaudación, es tener un mapa preciso del sector en Rivadavia, organizado, censado y listo para cualquier avance, como el proyecto de creación de cinco centros comerciales a cielo abierto.
Según los sondeos del municipio y la Cámara de Comercio del departamento, hay entre 4.000 y 5.000 locales en total. Pero de ellos, sólo unos 1.500 están registrados y pagan la tasa, de acuerdo a los documentos municipales. A eso se suma un alto nivel de morosidad, que trepa al 50%. La situación se complica más aun teniendo en cuenta que casi la mitad de los registrados en el municipio, unos 700 (un 15% del total estimado para Rivadavia), están en un limbo impositivo y tienen que actualizar su situación ante la AFIP, así que de momento no reúnen los requisitos mínimos para ser reempadronados.
Sobre este contexto pudo echar luz el municipio luego de un relevamiento que encaró en el departamento, como punto de partida para ordenar el comercio. Con la misma premisa, se modificó la fórmula para calcular la tasa comercial. Hasta el año pasado, se priorizaba la zonificación y la superficie que ocupaba cada local. Pero así se daban situaciones de inequidad, como que un local pequeño de venta de celulares y con una facturación considerable terminaba pagando menos tasa que una verdulería montada en el garaje de una casa.
Con la nueva ordenanza, se mantiene la zonificación (existen las zonas A, B y C, de más cara a más barata) pero en lugar de pagar según la superficie, la tasa se calcula de acuerdo a la categoría en que cada comercio tributa en la AFIP. De este modo, los monotributistas pagan menos tasa (desde $300 por mes los más pequeños) y los responsables inscriptos frente al IVA pagan más (hasta $34.000 mensuales los de categoría K, la más alta).
Según explicó el director de Comercio del municipio, Víctor Montañez, “el nuevo criterio es más equitativo y permite que los más pequeños paguen menos. De hecho, hay algunos que en el ciclo 2023 terminaron pagando hasta el triple de lo que pagan ahora”. El funcionario agregó que la prioridad es que los comerciantes se inscriban en el registro municipal, para lo cual hay todo un plan de beneficios (ver aparte). Además, comentó, “quienes están en situación irregular frente a la AFIP ordenen sus papeles a la brevedad, así pueden reempadronarse en el municipio y pagar la tasa nueva”. Mientras tanto, ese grupo tributa la tasa “vieja”, que estaba vigente hasta 2023. La presidenta del Concejo Deliberante, Carolina Correa, enfatizó el criterio con el que se cambió la parametrización de la tasa comercial. “No agregamos una tasa nueva, sino que creamos un sistema de tributación más justo y simple, en sintonía con lo que buscaba el intendente”, evaluó la edil. Y añadió que saldrán a explicar, local por local, de la mano de la Cámara de Comercio.
> Beneficios para inscribirse
Que dos tercios de los comercios de Rivadavia no estén registrados en el municipio implica un daño fuerte en la recaudación y también un caos a la hora de encarar proyectos. Por eso la titular del Legislativo departamental, Carolina Correa, dijo que se ofrece una serie de beneficios a quienes se inscriban ahora. “Quedarán exentos de la tasa de inscripción -detalló-. Además, durante los primeros 6 meses no pagarán la tasa”. Si aun así hay comerciantes que se resisten a pasar a la legalidad, está previsto un mecanismo para detectarlos y multarlos.