Desde el Penal de Chimbas, donde cumple una condena de 7 años, Matías Jesús Elizondo aportaba como organizador de la banda, datos claves sobre los lugares a atacar a través del teléfono que le prestaba otro convicto, Jesús Maximiliano Jorge (cumple un castigo unificado de 12 años). Los principales destinatarios de esas comunicaciones eran el jefe del grupo, Juan José Sánchez y el otro organizador, Pedro Matías Montiveros Cabanay, quienes reclutaban a otros para estudiar a fondo las empresas a atacar. Así, uno de los encargados de sacar fotos sobre la presencia de cámaras (públicas o privadas) en la zona, o la existencia o no de terrenos baldíos colindantes, era Leonardo Galleguillo. Pero el análisis de los blancos elegidos incluía el movimiento de personas según el día y la hora, el flujo de vehículos, el grado dificultad de las posibles vías de escape. Y hasta las condiciones climáticas, pues un robo acrecentaba sus chances de éxito si, por ejemplo, corría viento cuando se perpetrara, pues eso disimularía el sonido de las alarmas.
La parte operativa de la banda la conformaban el propio hijo de Montiveros Cabanay, Luciano, como también Jonathan Fernando Flores Pereira (alias ‘Mala
Suerte’), Roberto ‘Pachulo’ Riveros y Franco David Fernández, quien aportó uno de los autos usados para el traslado de la banda, los arneses, sogas, guantes, escaleras y herramientas para atacar, pues generalmente hacían boquetes en los techos.
La investigación policial y judicial dirigida por los fiscales coordinadores, Claudia Salica y Cristian Catalano (UFI de Delitos Contra la Propiedad), permitió establecer que entre agosto del año pasado y el 26 de octubre (día en que tres cayeron in fraganti), la banda perpetró al menos 6 hechos, entre los que incluye el robo a firmas como ‘Alumetal’, ‘Travel Rock’, ‘Totero Radiadores’, ‘Intermotor’ o el asalto a mano armada de 1.800 dólares contra un hombre al que le tendieron una emboscada simulando ser compradores.
El peculiar modo de operar de estos 9 sujetos, llevó a Fiscalía a calificar la maniobra como una asociación ilícita, un delito de aplicación inédita en la provincia, dijeron. Las pruebas recolectadas, llevaron a que siete de los implicados admitieran su vinculación en un juicio abreviado. Así, Sánchez recibió 5 años y 8 meses como jefe, Montiveros Cabanay 5 años y 4 meses como organizador, su hijo Luciano 3 años sin encierro como miembro de la asociación ilícita, igual que Galleguillo. Otros tres recibieron prisión efectiva: Riveros 3 años y 4 meses; Flores Pereira, 4 años; y Fernández, 4 años y 8 meses.
Elizondo y Jorge, se defenderán en un juicio común.