Las cámaras de video del circuito interno de la Seccional 2da de Concepción, en Capital, lo captaron todo. El momento del descuido del calabocero, el provecho que sacaron enseguida dos de los presos y el lugar por el que huyeron. Pero el hecho fue descubierto recién 14 horas después, cuando se hizo un relevamiento de los detenidos y dos de ellos no aparecían por ningún lado.
Ayer, el único policía que quedó complicado en la investigación dirigida por la fiscal Agostina Ventimiglia (UFI de Delitos Especiales), admitió que por culpa suya, aquel día no quedó bien cerrado el candado del calabozo y que ese descuido facilitó el escape de esos dos sujetos.
Los que escaparon fueron Carlos Abel Palacios y Javier Emanuel Molina. El primero había sido condenado el 12 de junio pasado a 1 año y 6 meses de prisión efectiva. Molina a 6 meses, también de cumplimiento efectivo, el mismo día en que sucedió la doble fuga, el último 30 de junio.
Por los registros de los videos, se supo que a las 23,58 de aquel día, el calabocero Braian Ulises Murúa (25) estaba en una oficina contigua al calabozo; fichaba a un sujeto que había sido apresado y debía ser enjuiciado en Flagrancia.
Exactamente 9 minutos después, a las 00,07 del 1 de julio, Murúa volvió a la zona del calabozo pero no se percató de que faltaban dos presos.
Y, según la investigación, quién o quienes debían chequear algún movimiento sospechoso en el circuito interno de videograbación, tampoco.
Ayer, Fiscalía le imputó a Murúa formalmente el delito de facilitación culposa de evasión, es decir haber permitido el doble escape por su actuar negligente al no verificar que el candado del calabozo estuviera bien cerrado.
En la misma audiencia, el policía y su abogado Eduardo Barrionuevo, decidieron no ir a un juicio común y optar por un proceso abreviado acordado con Fiscalía. En ese pacto, Murúa ratificó ante el juez de Garantías, Sergio López Martí, su intención de recibir el único castigo previsto en el Código Penal para ese delito: una multa de 15.000 pesos.
Que su conducta encuadrara en un descuido y no en una maniobra dolosa o intencional, es clave en su carrera porque puede seguir trabajando, indicaron fuentes policiales.