Se terminó el sueño de Argentina en los cuartos de final de los Juegos Olímpicos París 2024. El equipo de Javier Mascherano perdió 1-0 con Francia con gol de Jean-Philippe Mateta, uno de los tres mayores que utilizó Thierry Henry. En el Stade de Bordeaux se cumplió lo que se imaginaba en la previa: un mano a mano picante, con una ensordecedora silbatina desde el minuto cero e incidentes sobre el final, luego de que la relación entre los países empeorara tras la canción racista que se filtró en un vivo de Enzo Fernández durante los festejos por el título de la Copa América.
Philippe Mateta se anticipó a Nicolás Otamendi y cabeceó en el primer palo tras un córner desde la derecha de Michael Olise, a los cuatro minutos del primer tiempo. Lamentablemente, el arquero Gerónimo Rulli no pudo evitar el cambio de orientación de la pelota en el tanto que sentenció la llave.
Fue bueno el comienzo del anfitrión, cuando todavía el trámite no se había acomodado. A partir de la ventaja y hasta que se recompuso Argentina, aparecieron los espacios y las pelotas largas a su favor, incluso con alguna que otra chance para ampliar el resultado. La diferencia en el juego fue notable: Francia llegó con tres o cuatro pases y lastimó, mientras que el retador hilvanó con técnica y sin saltar líneas hasta el área rival, a veces con desbordes mal terminados.
En el segundo tiempo, Argentina asumió el protagonismo con un dominio más territorial que futbolístico. Si bien tuvo varias oportunidades, la Sub-23 sufrió las imprecisiones y otra vez le faltó claridad en el ataque.
A Mascherano no que le quedó otra que terminar con todos sus delanteros en cancha para buscar el agónico empate que nunca llegaría. Hubo uno totalmente inesperado, el de Julio Soler.
Mascherano se desesperaba, de rodillas y con las manos en la cara. Lo intentaron Lucas Beltrán, Luciano Gondou, Claudio Echeverri y Simeone en el sprint final, aunque nada bastó para quebrar la historia en París 2024. Ahora Francia será rival de Egipto.
> Un final más que caliente
Ni bien se escuchó el pitazo final hubo una erupción en Bordeaux por parte del público francés y sus jugadores también se animaron a celebrar, aunque no sin polémica. Millot, que salió reemplazado sobre el final del partido, gritó y realizó gestos obscenos para festejar frente al banco de los suplentes argentinos y eso fue el disparador para que inicie la polémica. El combinado nacional no se lo dejó pasar y saltó a recriminarle el pésimo gesto, con Nicolás Otamendi, Leandro Brey y Lucas Beltrán a la cabeza de la situación que rápidamente se convirtió en una gresca generalizada que involucró a los dos planteles, casi en su totalidad. En paralelo, también se observa a Gerónimo Rulli trenzarse con Sildilllia, quien en el complemento también celebró de manera provocativa al lograr un cierre ante Beltrán que el colegiado no sancionó con amarilla. Cierre caliente para un cruce caliente.