El juez en lo penal, Daniel Curik, extendió la prisión preventiva del gendarme jachallero, Fabricio Cortez (38), hasta la audiencia que pondrá fin a la investigación para pasar el caso a juicio. La decisión del magistrado ocurrió el último jueves y significó una adhesión al pedido de la fiscal Gisela Paolicelli, quien buscará una condena de 12 años para Cortez por el delito de homicidio simple, agravado por ser cometido con un arma de fuego.
Así lo informó ayer el abogado defensor del cabo de gendarmería, Carlos Varela, quien pidió la libertad de su cliente porque entiende que solo cumplió su deber y provocó una muerte en legítima defensa, ya que la víctima se le había abalanzado con un cuchillo para atacarlo, indicó.
Todo pasó alrededor de las 20,30 del 5 de abril de 2023 en la vereda de la casa que Cortez alquilaba en Baigorria y Medrano, en el conflicto Barrio La Cerámica, en el Norte de Rosario, Santa Fe.
Según sus familiares, esa noche el efectivo había subido hasta su departamento con el pescado que había comprado para Semana Santa. Pero el olvido de comprar aceite y un ruido que escuchó afuera, lo hicieron volver a la calle, ya pensando en que podrían estar por robarle el auto.
Llamó a la Policía y, al salir, se topó con tres sujetos que se descolgaban de un árbol (allí estaban robando cables), escuchó decir ‘quemalo, quemalo’. Y vio a uno de los tres abalanzarse sobre él con un cuchillo (esa arma fue secuestrado) y fue ahí que disparó.
No supo que lo había baleado porque el delincuente corrió y lo persiguió varios metros, hasta que se desplomó. Volvió a llamar a la Policía, a sus jefes y le puso las manos hacia atrás a ese sujeto, que ya nunca volvería a levantarse.
La defensa del gendarme siempre sostuvo que solo cumplió su deber ante una agresión ilegítima del ladrón.
Ese sujeto era Marcelo Alejandro Flores, tenía 31 años, le decían ‘Pericle’ y tenía numerosas caídas en la Policía. Su propia familia reconoció que no tenía domicilio fijo, que era adicto a las drogas y que robaba para comprar estupefacientes. En su familia, otros tres hermanos de ‘Pericle’ también habían sido asesinados en ajuste de cuentas, según los medios rosarinos.
Desde ese momento comenzó un amargo peregrinar para Cortez y su familia. Porque sigue preso a pesar de que sus parientes y su Defensa están convencidos de que su accionar estuvo justificado o, a lo sumo, representó un exceso en su legítima defensa.
‘Hay testigos, cámaras de seguridad y otras pruebas que refuerzan nuestra posición de que Fabricio solo se defendió de una agresión ilegítima’, dijo el abogado Varela.
En diciembre de 2023, Cortez había decidido con su esposa que ella volviera a Jáchal con sus dos hijos, por seguridad. Mientras, el gestionaría su traslado a San Juan para estar cerca de los suyos, especialmente de su papá que tiene 77 años y está enfermo. Sin embargo, cuatro meses después todo cambió con la muerte de Flores, pero su familia no pierde la esperanza de verlo salir airoso de la complicada causa.