El Gobierno nacional sigue con la idea de privatizar Aerolíneas Argentinas en la medida que continúan los conflictos con los gremios aeronáuticos que cada vez que pueden arremeten con paros de actividades que dejan a cientos de pasajeros sin vuelos, o como ha ocurrido esta última semana varados en los aeropuertos por varias horas dentro de los aviones, una situación que además de dramática tuvo consecuencias en la salud de algunos pasajeros.

Ante esta situación fue que el presidente Milei dijo que en la Argentina se sale de la crisis trabajando y no extorsionando, en clara alusión a la presión que están ejerciendo los gremios aeronáuticos en oposición a la política de desregulación que está llevando adelante el Gobierno en vías de disponer posteriormente la privatización de la compañía.

En el Gobierno aseguran que la idea de presentar un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) para Aerolíneas Argentinas es una alternativa bastante firme en la que ya se está trabajando.

El justificativo para privatizar Aerolíneas es el déficit que presenta la compañía que, en estos momentos supera los 38 millones de dólares. Ese monto es el que la empresa recibió del Estado para gastos corrientes en lo que va del 2024. Se asegura que sin ese dinero no podría estar funcionando. Además el Tesoro Nacional transfirió a las cuentas de la aerolínea alrededor de 50 millones de dólares para un sistema de retiro de empleados. Precisamente el excesivo número de operarios, es otro de los grandes problemas de la empresa. En la actualidad cuenta con una dotación de 1.107 pilotos, lo que da un total de 14 comandantes por avión que para el Gobierno es excesivo en relación a los estándares de la industria a nivel mundial.

Tras los últimos tres días de un paro salvaje realizado por los empleados de la empresa Intercargo, encargada del servicio de rampa de los aeropuertos, con graves consecuencias para todo el sistema aerocomercial del país, el Gobierno nacional procedió a desregular este servicio, en busca de terminar con el monopolio que se ha venido ejerciendo, y despidió a 15 empleados por incitar a la huelga.

En relación a la posible privatización, se sabe que ya se ha establecido contacto con los posibles compradores. Ellos son: Avianca de Colombia; Latam de Chile y Azul Linhas Aéreas de Brasil, a las que se suma un empresario de Bolivia que también ha mostrado interés.

Otro de los factores por los que se quiere privatizar la aerolínea de bandera es porque la compañía posee 10.500 empleados y 81 aeronaves, que hace que la estructura de esta empresa sea considerada como demasiado costosa.

Por ahora la empresa está declarada desde el pasado 2 de octubre ‘sujeta a privatización” y ese es el camino que resulta más conveniente para evitar que el sector siga ocasionando pérdidas al país.