“Yo nada que ver, nunca la toqué, lo que pusieron ahí (en el expediente) es una brutalidad. Siempre la traté como una vecina, como una criatura, yo vi nacer a esa niña (…) me hicieron un mal muy grande, no comprendo lo que me hicieron con todo lo que los ayudé (…) es una locura. Si lo hubiera hecho que Dios me lleve por lo que hice, pero tengo la conciencia tranquila”. Ante el juez Miguel Dávila Saffe (Sala I, Cámara Penal) el empleado público jubilado José Ricardo Ripoll (69) incluso sollozó cuando le tocó dar su versión. Fue después de que diera marcha atrás con el juicio abreviado que había acordado con la fiscal, Silvina Gerarduzzi, a través de su defensor, Jorge Olivera Legleu.
En ese acuerdo, Ripoll admitía haber cometido los delitos de abuso sexual con acceso carnal agravado por el grave daño en la salud mental de la víctima, abuso sexual gravemente ultrajante y exhibiciones obscenas. También puso su firma al pacto de recibir 8 años y 6 meses de cárcel por esos ataques sexuales.
Sin embargo, cuando debía ratificar esa decisión ante el juez, Ripoll negó todo y ahora tendrá un juicio común.
GRAVE ACUSACIÓN
Fue la misma niña la que acudió al Anivi a denunciar los presuntos abusos sexuales de su vecino contra ella, entre 2013 y 2015, desde que tenía 9 o 10 años y hasta que cumplió 12. Como le dijeron que debía tener un representante legal, su hermana la acompañó a denunciar. Y luego, su psicólogo particular la acompañó a ratificar esa denuncia, ya con un complicado diagnóstico sobre su salud mental, a la que consideró seriamente afectada por los ataques sexuales de su vecino, indicaron fuentes judiciales. En su informe, ese psicólogo habló de los intentos de suicidio de la niña. Otros psicólogos del Poder Judicial confirmaron que la joven no mentía y presentaba los indicadores habituales de las víctimas de abuso sexual.
Según el relato de la chica, las agresiones sexuales ocurrían cada vez que ella iba a jugar con los chicos familiares de Ripoll o cuando iba a su almacén y allí la encerraba para poder abusar de ella.
Esa denuncia, los informes psicológicos, una encuesta vecinal con opiniones negativas sobre la conducta de Ripoll y una denuncia de otro vecino que también lo señaló por mostrarle sus genitales a su hija, se cuentan entre las pruebas que Fiscalía buscará confirmar en el juicio contra el jubilado.
Su Defensa buscará desligarlo o atenuar los graves delitos que le atribuyen.