Alentados por las mejoras en las condiciones climáticas que trae la primavera y con el convencimiento de lo beneficioso que resulta para la salud, cada vez son más las personas adultas mayores que se suman a la práctica de actividades físicas que los ayudan a mantener en mejores condiciones tanto el cuerpo como la mente.

En San Juan los ámbitos que dispone esta franja etaria para prácticas deportivas en distintas disciplinas; actividades de ejercitación como yoga, pilates o tai-chi; encuentros recreativos o disciplinas diversas como baile de folklore o tango, son numerosos tanto en la ciudad Capital y alrededores como en los departamentos.

Cada vez se ven más personas de más de 50 años caminando por parques y plaza y asistiendo a distintas instituciones recreativas para sumarse a los cursos que en muchas de esas entidades se ofrecen de manera económica y con gran éxito.

En toda la provincia son numerosas las entidades culturales, deportivas y sociales que reciben a mayores que desean realizar alguna actividad física. Un ejemplo lo constituye la Unión Vecinal del Barrio del Carmen, una de las 300 entidades en Capital, que en sus cómodas instalaciones posibilita todos los días de la semana el dictado de clases de folklore, tai-chi, yoga, actividades que son intercaladas con una interesante vida social que da lugar a animados encuentros en el patio externo de la entidad.

La mayoría de los adultos mayores que realizan alguna actividad física buscan con la ejercitación periódica mejorar la respiración, la postura y los estiramientos. Con esto logran trabajar aspectos como la flexibilidad, la tonificación muscular, el equilibrio y la relajación física mental.

Respecto de las preferencias de los tipos de actividades, la mayoría se ajusta a las posibilidades que les otorga sus respectivos cuerpos, según la edad. Hay quienes les agrada andar en bicicleta o caminar por la vía pública. Mientras que otros prefieren la comodidad de un salón multipropósito para asistir a sus clases. De todos modos algo que se haga en materia de actividad física es positiva.

Hay un aspecto a tener en cuenta y es el acondicionamiento de los lugares. Si éstos están destinados a recibir a personas adultas mayores, deben tener la forma de contar con un servicio médico de urgencia, dada la edad del público asistente.

Los instructores deben tener conocimientos de como asistir a una persona mayor en caso de una descompensación o de cualquier otra dolencia.

Esta tendencia se ha generalizado y es por eso que en los departamentos más alejados se ha avanzado mucho en los últimos años en el acondicionamiento de sedes sociales o clubes de barrio donde las personas mayores con muy buen tino concurren esperanzadas en asegurar una mejor calidad de vida. También hay instituciones médicas en las que se están ofreciendo talleres de movimiento para adultos mayores, una modalidad que logra que personas con problemas para movilizarse recobren o mejoren esta capacidad.