Según las estadísticas del INV (Instituto Nacional de Vitivinicultura), mayo fue el primer año en el que las ventas, tanto al exterior como en el mercado interno, fueron mejores que en 2023. El crecimiento fue del 6 y el 6,3% interanual, respectivamente. Los empresarios locales alertaron que si bien se trata de una mejora, la comparación es con un año en el que el consumo fue malo. El crecimiento en la demanda, aseguran, tiene que ver con que el precio del producto no subió tanto como la inflación. Pero, contrastan, esto es a costa de que los bodegueros están resignando ganancias para poder mantener las ventas, ya que sus costos sí mantuvieron el alza.
El instituto publicó los datos de ventas de mayo, en los dos mercados, y retrató que los despachos de todo el país para el sector interno fue un 6,3% mayor que el mismo mes del 2023. Fue el primer mes con resultado positivo si se lo compara con el año pasado, ya que venían registrando una caída desde enero a abril. Por eso, además, el acumulado en lo que va del 2024 sigue siendo negativo en comparación el mismo periodo anterior. En el caso de las ventas al exterior, la suba de mayo fue un 6% mayor en el cálculo de vino total. Si se lo separa en fraccionados y a granel, el primer grupo creció un 8,6% y el segundo cayó un 13,3%. El acumulado de enero a mayo también dio resultados negativos en las exportaciones, ya que se vendió un 0,4% menos que en el mismo periodo de 2023.
Estos valores, aseguró Mauricio Colomé, presidente de la Cámara de Bodegueros de San Juan, no son “una recuperación propiamente dicha”. Es que para los industriales del sector, la comparación sigue siendo con un año muy malo como fue el 2023. “Para nosotros, si lo comparamos con años buenos, esto significó que se detuvo la caída que veníamos sufriendo”, dijo el empresario.
Para el titular de los bodegueros, hubo dos razones que generaron estos números positivos, los primeros del año. El primero fue que pudo haberse recuperado un poco la capacidad adquisitiva del público, luego de que durante los primeros meses cayera en picada. Pero además, tiene que ver con una fuerte pérdida de rentabilidad de los bodegueros, que no subieron los precios al mismo ritmo que los costos, para poder mantener en parte las ventas.
“Lo que nosotros venimos viendo es que hubo subas de algunos insumos de hasta el 500%, pero eso no se llevo al precio del vino”, explicó. El empresario recordó que la devaluación elevó costos en dólares, que los aumentos de los servicios como la energía impactaron muy fuerte en el sector y también la suba de combustibles. A pesar de esto, dijo, los vinos en sus distintos formatos no aumentaron en el mismo nivel y, en algunas franjas, “el productor está vendiendo con rentabilidad cero o casi a pérdida”. Colomé se refirió especialmente a los vinos que de gama media, donde dijo que el esquema de costos tuvo el mismo impacto que en la gama alta, pero no pudieron trasladar el valor. Esto, dijo, está poniendo en riesgo a los productores, porque elevar los precios significa perder ventas, que a pesar de la mejora, siguen siendo bajas.
> Los precios
4,6 por ciento subió el vino en promedio durante el mes de mayo, según un informe del IIEP de la UBA. Quedó 0,4% por encima del promedio de la inflación que publicó el Indec para este mes. Los vinos hasta 5.473 pesos fueron los que más aumentaron.
> Revalorización
Mauricio Colomé, presidente de la Cámara de Bodegueros, aseguró que para que el sector realmente pueda recuperarse frente a la baja del poder adquisitivo, es clave revalorizar el sector. Dijo que, al perder ganancias la gama baja y media, deben “darle valor a sus productos, para que también el comprador entienda que está adquiriendo algo de calidad”.