El entorno económico vinculado a la producción y consumo de energía cambió y podría darse un salto en la generación distribuida de renovables. Esa es la conclusión a la que llegó BIS, una empresa líder en pequeños y medianos polos de producción de fotovoltaica. El ingeniero de la firma, Maximiliano Keczeli, estuvo en San Juan para avanzar con 12 proyectos que tienen en bandeja, en lo que sería el desembarco oficial. Además, quieren trabajar con Banco San Juan para facilitar el financiamiento a pymes, industrias y municipios que quieran producir su propia energía.
San Juan es la provincia líder en generación distribuida, con mayor cantidad de megas producidos por cantidad de habitantes del país. Pero las posibilidades de crecimiento en este esquema, en el que un usuario produce, inyecta al sistema público y reduce el gasto en la boleta, todavía está lejos del techo. Según explicó Keczeli, en Europa por cada megawat (MW) generado en grandes parques, hay uno que se produce en pequeños. En Argentina esta relación es cercana a 1 MW contra 0.01 MW de productores chicos.
Esto se debe a que antes la energía era barata y los sistemas fotovoltaicos caros. “Quienes producían hasta ahora lo hacían pensando en el largo plazo o por una cuestión de responsabilidad con el ambiente”, explicó el ingeniero. La importación de los equipos de generación era compleja, a pesar de que tenían sus beneficios, las compras debían ser en dólares con impuestos altos y había poca disponibilidad. Con la baja de subsidios y aumentos en los costos energéticos de la nueva gestión nacional, sumado a los cambios en la macroeconomía, este esquema se dio vuelta y hoy a la mayoría de las empresas le conviene disminuir costos fijos produciendo electricidad.
Resaltó otro beneficio que tiene la generación distribuida: no se ve tan afectada por los problemas que existen de infraestructura de transporte. Es que los grandes parques solares, que son los que más se instalaron y que en San Juan producen más de 560 MW de potencia, requieren de grandes líneas para poder sacar la energía que generan. En cambio, los pequeños productores pueden tener parques cercanos al punto de consumo. Incluso, dijo, las empresas cada vez más optan por hacer cluster o asociaciones, donde más de una aporta a la inversión y todas descuentan a sus facturas.
Esto fue lo que impulsó la llegada de BIS a San Juan, explicó Keczeli, además de las buenas condiciones naturales que tiene. En la actualidad la firma produce en 11 provincias y tiene proyectos con 40 municipios. Desde que empezaron a ofrecer sus servicios, ya tienen 12 proyectos que están negociando, de los cuales 4 son con municipios. De estos, hay 2 que están en la etapa de cálculos económicos, por lo que creen que en el primer semestre del 2025 podrán concretar algunas de las primeras instalaciones.
A su vez, la empresa ofrece el servicio de financiamiento, en general asociados a un banco privado. En el caso local, están hablando con Banco San Juan para que existan líneas convenientes para poder adquirir la tecnología que ofrecen, a tasas que convengan con el tiempo de repago. Hoy la tecnología permite hacer la inversión en etapas, según las necesidades que tiene el usuario. Los parques de BIS, por ejemplo, son lo que se consideran “all in one”, que son modulares, se envían listos para instalar y se operan de forma remota.