Hidráulica ya recolectó las muestras de nieve en las siete estaciones meteorológicas de la Cordillera de Los Andes a mediados de septiembre. Si bien el pronóstico hídrico estará listo recién en la primera semana de octubre, las primeras observaciones bajaron el optimismo. Es que hay buena altura acumulada, pero la densidad es baja y la cubierta es heterogénea. Mientras tanto, están regando con agua de los tres diques, aunque falta para el pico del deshielo. Para no afectar las estructuras, decidieron ir regulando entre los tres embalses, para evitar que estén por debajo del mínimo de seguridad.

La forma en la que manejarán el riego durante todo el ciclo, que empieza el 1 de octubre y termina el 30 de septiembre del próximo año, dependerá en gran medida del pronóstico hídrico. Estos datos, que anticipan cuántos hectómetros cúbicos aportará la cordillera, servirán para saber si se trata de un buen año, uno medio u otro más de sequía. Pero, sin importar cuál de los escenarios sea, la prioridad de parte de las autoridades de la provincia es recuperar las reservas en los embalses. Esto tiene que ver con que no hay seguridad de que el siguiente año sea uno con cantidad de agua suficiente y por que, tras 7 años de sequía, los diques se encuentran con niveles muy bajos.

Si bien las decisiones de cuánto regar y cuándo dependen del Consejo de Hidráulica, donde votan tanto las autoridades de gobierno como tres representantes de los regantes, la forma en la que lo hacen depende de Recursos Energéticos. El director de esta área, José María Ginestar, explicó que están intentando “regular entre los tres embalses para que ninguno quede por debajo del nivel de seguridad”. Para esto, explicó, intentan sacar de forma intercalada y van regulando, para evitar que se pongan en riesgo las estructuras y también intentar volver a generar energía eléctrica.

Esto depende también de cuánta agua saquen de las reservas, porque en el actualidad están extrayendo 40.000 litros por segundo, pero solo ingresan por el río 28.300, según el último informe de Hidráulica en su web. De este volumen la mayor parte va a riego, ya que es lo que se desvía a canales. Fueron justamente los presidentes de las juntas los que pidieron en una reunión en el consejo aumentar la cantidad de agua extraída, que hasta agosto era de 30.000 litros por segundo. Esta suba del coeficiente fue algo que pidieron para el primer riego de la temporada.

En el futuro, el dato clave se desprenderá de los resultados de las mediciones en cordillera. David Devia, Secretario de Agua y Energía, explicó que el helicóptero recorrió las estaciones los días 13 y 14 de septiembre. En este momento, calculan es cuando la cantidad de nieve estaba en su máximo, antes de que empiece a derretirse. Si bien este año tuvo más nevadas que los anteriores, se encontraron con un escenario muy heterogéneo. Una de las estaciones con mejor nivel fue Del Carmen, en Calingasta, pero en Patos Norte, a pocos kilómetros, prácticamente no había nieve. La densidad era baja y, en algunos lugares, los técnicos describieron el manto como “un algodón de azúcar”.

El valor definitivo lo calcularán con estas muestras y a partir de este dato deberán acordar con los regantes cuánto se destinará al agro. Para Gobierno, la prioridad sigue siendo recuperar los diques, para tener reservas para el futuro. Es que no hay buenas perspectivas en el mediano y largo plazo. El fenómeno de el Niño terminó y empieza La Niña, que es más seca. Esta semana, 8 científicos publicaron un documento donde coincidieron en que los ciclos hídricos se irán haciendo cada vez menores con los años.

Alerta para el futuro
Luego del workshop que realizaron en julio pasado, especialistas de distintas áreas publicaron un documento en el que alertaron que las sequías empeorarán y que son necesarios replanteos en el manejo.