El encuentro de la Fundación Pensar en San Juan, cuando se habló de minería a nivel federal, mostró que el panorama en el país cambió. Hay regiones que nunca antes se dedicaron a esta actividad que hoy están empezando. Mientras tanto, a nivel local, hay 20 años de experiencia en explotación metalífera y alrededor de 30 de exploración intensiva. Esto quiere decir que el sector proveedor lleva décadas aprendiendo sobre lo que en algunos destinos es algo totalmente nuevo. Un ejemplo es Mendoza, donde aseguran que están dispuestos a recibir a empresas vecinas para que compitan. Los proveedores están enfocados en lo que se vendrá en el corto plazo, la minería del cobre, pero son conscientes de que hay una oportunidad a futuro.
Jerónimo Shantal, director de Minería del Gobierno de Mendoza, dijo a este medio que quieren que empresas sanjuaninas compitan en Mendoza y aprovechar el conocimiento local. Pero lo cierto es que esta temporada todavía hay pocos metros a perforar, el movimiento exploratorio irá creciendo. Además, los empresarios en que se reunieron ese día en el encuentro se mostraron con dudas a que se dé una apertura tan fácil o que puedan competir en igualdad de condiciones.
En el escenario actual las preocupaciones están enfocadas en lo inmediato. El tema más urgente tiene que ver en cómo se distribuirá el trabajo en el momento en el que empiece la construcción de Josemaría. Los locales quieren que la mayor parte del trabajo y sobre todo el desarrollo de capacidades quede en la provincia, porque no hay futuro exportador sin que esto se de así. En esto puso el foco Juan Pablo Delgado, presidente de la Casemi, quien dijo que el cobre resolverá la incertidumbre de los últimos años. “Después de Pascua Lama, cuando hubo un salto en las capacidades, no se hicieron nuevas minas, el trabajo se volvió inconstante y eso no permite escalar o que se sumen más actores”, explicó.
Tener el conocimiento para participar en la construcción y la producción de un proyecto de cobre será central para ganar escala y salir a otros mercados, afirman. La mejor forma de aprovechar la oportunidad que da este proyecto de cobre es lo que se discute en la actualidad. La ley que quieren promover la Mesa de la Productividad y proveedores busca definir qué es una empresa local. Hay críticas de quienes dicen que habrá cupos para los sanjuaninos y eso afecta la imagen del mercado.
Más allá de este cruce, hay un punto de coincidencia. Fernando Godoy, de Caprimsa, es crítico del proyecto, pero sostuvo que una manera de mejorar las capacidades locales es que ingresen empresas con mayor experiencia y que capaciten a personal y la cadena de valor provincial, mientras que vio como problemático un cierre de fronteras. Hugo Goransky, integrante de la Unión Industrial de San Juan dijo que no buscan “alambrar la provincia” y que la clave es la “complementación, generar uniones transitorias de empresas que creen una cadena virtuosa”.
La complejidad del momento, con oportunidades a futuros y desafíos actuales, se ve reflejada en el sector de los perforistas. La provincia tiene experiencia y una cámara con una veintena de integrantes que se dedican a esta actividad. Cuando la demanda del litio subió, hubo empresas que salieron a vender sus servicios al NOA y compitieron con la ventaja de que en la cordillera desarrollaron capacidades únicas: trabajar a más de 4.000 msnm y en condiciones muy duras. Pero hoy, comentó Eduardo Caputo, presidente de la Cámara, cuando la demanda en otras provincias bajó y en San Juan también, solo el 35% de los contratos de esta temporadas terminaron para locales. Tienen 14 máquinas ociosas y dicen que no los dejaron competir, porque hubo exploradoras que llegaron con contratos cerrados.