Tras meses de parálisis en la entrega de carnets, Nación relanzó el Reprocann (Registro del Programa Nacional de Cannabis Medicinal) con nuevos requisitos para acceder o recetar cannabis medicinal. Los cambios alcanzan a cultivadores, usuarios, organizaciones sociales y también a los profesionales de salud. Esto quiere decir, a toda la cadena de involucrados. Para este tipo de uso, el primer paso es que haya un médico que indique el uso y a estos les exigen a partir de ahora contar con un posgrado. Desde la UNSJ confirmaron que a partir de septiembre abrirán una nueva capacitación que permitirá tener este certificado y esperan que crezca el interés.
Los cambios que hizo Nación al Reprocann se conocieron esta semana a través de una resolución del Ministerio de Salud. Esto es algo que desde el sector que comprende a profesionales, ONG y usuarios ya esperaban. Es que la entrega de nuevos carnets y la renovación de los ya existentes dependía de estas nuevas reglamentaciones. En algunos casos fueron medidas bien recibidas, en otro hubo críticas (ver recuadros). Pero, entre todos los cambios, uno ya cuenta con una solución local: la obligación de que haya médicos especializados.
Para que cualquier persona acceda al registro y por lo tanto pueda usar aceite de cannabis u otros derivados en tratamiento de enfermedades o patologías, antes debe haber una indicación médica A su vez, cada organización debe contar también con la asistencia de uno. Entre los cambios que introdujo la autoridad nacional, está que estos profesionales deben tener un posgrado, al menos una diplomatura, para poder hacerlo. Si bien en los últimos años crecieron las ofertas de formación, la mayoría son de universidades de otras provincias y se trata todavía de tratamientos nuevos, por lo que no hay tantos especialistas.
Ante esto, desde el año pasado, la UNSJ, Canme San Juan, el ministerio de Educación y la Escuela de Ciencias de la Salud, crearon el Posgrado de perfeccionamiento y actualización en usos del cannabis medicinal. La directora del mismo, Mónica Manzur, confirmó que a mediados de septiembre iniciará una nueva capacitación. “El objetivo es capacitar en profundidad, tanto en las normas, metodologías, nuevas técnicas y demás”, contó. Se trata de una oferta educativa en la que forman a profesionales en todo lo referido al uso medicinal. Los contenidos van desde el cultivo, utilización, obtención de aceites, como de sus aspectos legales y cómo administrarlo a pacientes, además de en qué casos es preferible usarlo y los riesgos.
El posgrado tiene 3 meses de duración y, como está pensado para profesionales que se encuentran ejerciendo, lo dictan de forma online, con material teórico y clases en vivo, siempre por medios digitales. Durante su primera edición, de la que obtuvieron su certificación unos 40 profesionales, tuvieron una convocatoria diversa. Manzur explicó que en ese momento se sumaron enfermeros, psicólogos, psiquiatras y especialistas en imágenes o abogados. Esta vez, adelantó, esperan una mayor cantidad de médicos, en especial tras el cambio que introdujo Reprocann. El 31 de agosto habrá un seminario orientativo para quienes quieran inscribirse y el cursado iniciará en septiembre. No se trata de un posgrado gratuito, pero, adelantó, implementarán descuentos para quienes paguen por adelantado. Los interesados pueden comunicarse enviando un mail a monicaman.2009@gmail.com.
Cambios para las ONG
En cuanto a los requisitos para las ONG, uno de los principales cambios es la nueva forma de registro, tanto para las nuevas como las ya existentes. Deben notificarse en la provincia y los municipios, aclarando que tienen como fin la producción con fin sanitario y de investigación de plantas de cannabis y sus derivados. María del Rocío Paz, abogada especializada en derecho canábico, dijo que en la provincia ya habían avanzado y que la única organización con personería jurídica ya cumple con las exigencias, por iniciativa propia. Hay además otras ocho a la espera de obtener este certificado.
Cambios para los pacientes
Las personas que producen y son pacientes, no tuvieron tantos cambios, exceptuando que se limitó la cantidad de cultivadores solidarios a 2, incluido el que se registra. En cambio, si puede haber un efecto indirecto en estos casos. La abogada María del Rocío Paz explicó que puede ser problemático que hayan sumado la presentación del certificado de antecedentes penales para los integrantes de ONG. “Hay que tener en cuenta que muchos autocultivadores producían antes de que exista el registro y algunos sufrieron allanamientos, aunque fueran plantas para uso medicinal”, dijo.