Dos caleras de San Juan empezaron las gestiones para pagar con fondos propios un gasoducto nuevo para el Sur de la provincia. Es una obra que el sector pide desde hace años, porque la necesitan para seguir ampliando la producción de cales con nivel para exportación. Este producto se hace con hornos que utilizan gas como combustible principal, de los que hoy existen 7 en la zona y el próximo año quieren tener listo el octavo. De cumplir con esta agenda, están obligados a tener una red más amplia. Esto impulsó a que sean los privados quienes se encuentren ahora encabezando el trabajo para hacer esta inversión. La idea es pagar la obra con fondos propios y luego firmar un acuerdo con la entidad nacional para que les devuelvan el dinero, que podría ser entre 6,5 y 8 millones de dólares.

Raúl Cabanay, vicepresidente de la Cámara Minera y gerente de Caleras San Juan, confirmó que ayer presentaron un pedido a Ecogas para que elaboren el proyecto del gasoducto que iría de Retamito a la zona donde están las caleras. Este es el primer trámite formal con el que avanzan en esta inversión privada para una obra pública, aunque ya tuvieron conversaciones con autoridades de Enargas. Una vez que tengan el plan de construcción y característica de la obra, quieren iniciar una licitación y tramitar los permisos.

Es que la obra del gasoducto no será sólo una conexión para las dos caleras más grandes que están en la zona de Los Berros, que hoy tienen hornos Maerz. La obra está pensada para alimentar la zona sur, por lo que inyectaría a Media Agua, Divisadero y áreas cercanas de Retamito. Por eso debe ser Ecogas quien haga el proyecto y planificación, porque la infraestructura será estatal.

Los empresarios caleros se harían cargo de aportar los fondos e incluso llamar a la licitación. El objetivo, explicó Cabanay, es acordar con Enargas, que es la autoridad principal, para que definir “cómo y cuánto de la inversión podrían devolvernos”. Además, la institución pública deberá encargarse de los pasos legales que implica hacer un gasoducto. Esto quiere decir que tienen todavía algunos meses de trabajo en los que dependerán de cómo avance el proceso administrativo, aunque creen que podrían tener, antes de fin del próximo año, la nueva conexión de gas lista.

Es justamente el segundo semestre de 2025 la fecha clave, porque es cuando Calera San Juan tiene pensado instalar su cuarto horno Maerz. Se trata de una tecnología que usa un 30% menos de gas que otros hornos en relación a la tonelada de cal que produce, pero que tiene una capacidad mucho mayor que el resto de los hornos tradicionales y criollos. En los últimos días de mayo la empresa sanjuanina encendió el tercero y la capacidad instalada pasó de 30.000 toneladas mensuales de cal a 40.000. Pero, sobre todo, se diferencia por la calidad del producto y es esto por lo que los empresarios locales están tan interesados en mudar su producción a este sistema.

Las caleras que operan en San Juan empezaron hace tiempo a tecnificarse pensando en vender este producto a la minería de cobre de Chile, a la producción de litio en el NOA y también para estar listos para cuando inicie una mina de cobre local. Sólo Calera San Juan empezó en 2018 un proyecto para instalar los cuatro hornos, lo que la convertirá en la primera empresa de capitales nacionales en tener esta cantidad. La única que hoy opera con esta capacidad es la mexicana Calhidra.

En total llevan invertidos 75 millones de dólares, 12 de estos para el tercero que encendieron hace poco. Hoy tienen 200 personas trabajando en la construcción del cuarto horno y tramitaron otro crédito internacional con el que pagarán la importación del mismo, que llega desde Europa. Si logran iniciar la obra del gasoducto, creen que podrán hacer coincidir la llegada desde Alemania del equipamiento con la nueva conexión de gas.

El tercer horno ya está funcionando

Calera San Juan encendió el tercer horno Maerz y pasó a producir 40.000 toneladas mensuales de cal de calidad para exportación. El equipo, que es importado desde Europa, costó 12 millones de dólares y en la construcción de la base e instalaciones trabajaron alrededor de 200 personas. Este equipo es parte de un plan que la empresa inició en 2018 para tener cuatro hornos de este tipo funcionando y que terminará el próximo año, según calculan.

Los hornos permiten producir cal de mayor pureza y además utilizan un sistema continuo, más eficiente, con menor emisión de calor y gases. De esta manera alcanzan niveles de calidad y cantidades mucho mayores que otro tipo de tecnología. Raúl Cabanay, gerente de la empresa, aseguró que cuando tengan el cuarto horno funcionando dejarán de utilizar hornos criollos en la producción de cales.

Al igual que los dos anteriores, el tercer horno se hizo con financiamiento de bancos internacionales. Esto significa que un banco europeo prestó el dinero a la empresa local para adquirir el equipamiento. Con este mismo sistema pagarán el último. La empresa está tramitando el giro de un 20% del monto y el 80% corre a cuenta del banco.