La baja prevista para todos los combustibles no es suficiente para que esto se refleje en tarifas de taxis y colectivos. Así lo explicaron desde la Secretaría de Transporte como de la Cámara de Permisionarios de Taxis. Es que en ambos casos los cuadros de costos tienen otros valores que inciden en el boleto y la bajada de bandera, por lo que el impacto global podría verse reducido. Las expectativas también son bajas en otros rubros. Desde la Cámara de Transportistas descartan que se abaraten los viajes en camión y los estacioneros no anticipan una suba del consumo.

El presidente de YPF, Horacio Marín, anunció la posible baja a mediados de semana como algo “histórico”. La ultima vez que hubo una reducción de precios fue en 2019, hace poco mas de 5 años. La decisión de la petrolera tiene que ver con que el barril de crudo se abarató 10 dólares a mediados de septiembre, aunque ya recuperó parte de este valor. A nivel local, el presidente de la Cámara de Expendedores de Combustible, Miguel Caruso, confirmó que para el 1 de octubre se espera que en YPF se pueda cargar por un 3% menos.

Pero esto cambio no tendría un correlato inmediato en las tarifas del transporte. Marcelo Molina, secretario de Tránsito y Transporte, dijo que están trabajando en el cuadro tarifario del servicio de colectivos de forma constante y que también tienen en cuenta la baja de combustibles. Pero, explicó, el costo de cada pasaje depende de cuatro ítems, entre los que están las inversiones, mantenimiento de unidades, salarios y el combustible. Este último representa cerca de un 25% del total, por lo que el impacto global no será del 3% al igual que la baja de combustibles.

Con esto en mente, explicó, solo si todos los demás valores no suben, algo que el funcionario no ve como probable, podría bajar el esquema de costos. Si en cambio, por ejemplo, sube el costo de las unidades, los salarios o el precio de los repuestos, estas variaciones podrían compensar lo que se ahorran las empresas en combustibles. Incluso en el caso de sí haya un impacto, esto podría trasladarse en el valor del pasaje o reducir el gasto público en subsidios, ya que hoy la provincia paga el grueso del costo. Pero en todo caso sería por mucho menos del 3%.

Algo similar ven los propietarios de las licencias de taxis. Cristian Ferrari dijo que ellos depende de que la baja del precio en el GNC, que en general aumenta cuando lo hacen los combustibles líquidos. Explicó que este valor es también una parte de lo que compone la bajada de bandera y que en caso de que esto suceda el escenario que ven es que se pueda mantener el valor actual. Es que, según dijo, estaban analizando aplicar una nueva suba en el mes de octubre a la bajada de bandera. “Tenemos precios atrasados, en Mendoza cobran 1.200 pesos y acá 700, por lo que si baja el precio nos permitiría mantener este valor más competitivo”, dijo.

José Maldonado, el presidente de la Cámara de Empresas Transportistas coincidió en que el gasoil está lejos de ser el único costo que tienen. Dijo que los dueños de camiones no podrían bajar el precio del viaje porque “hoy están cobrando menos para poder mantener el movimiento”. Del otro lado del surtido, Caruso dijo que para las estaciones de servicio la baja no es positiva, porque no esperan que repunte inmediatamente la venta, que sigue siendo un 14% menor al año pasado y un 16% menos que en julio.