Una de las principales cadenas de supermercados mayoristas que operan en la Argentina, Makro, estaría a punto de cambiar de manos, una salida cuanto menos incentivada por la recesión y la caída de los bienes de consumo masivo que son el principal motor de este tipo de comercio.

Aunque la oficina de la empresa en Buenos Aires niega la venta, se han confirmado contactos con actores del negocio mayorista y cadenas de supermercados, debido a la caída en el consumo que afecta a todos los sectores. Según publicó la agencia Noticias Argentina (NA), la cadena mayorista, controlada por el grupo neerlandés SHV Holding, otorgó un mandato de venta al Banco Santander e inició negociaciones con posibles compradores, incluidas empresas competidoras. La operación en Argentina se tasó en unos USD 200 millones.

El grupo Makro llegó a Argentina en 1988, cuando abrió su primer supermercado en Olivos, Buenos Aires, y tiene actualmente 24 sucursales distribuidas en 10 provincias. La compañía lidera el mercado mayorista junto a Maxiconsumo y Diarco, y compite también con Vital y Yaguar en el retail al por mayor de alimentos, bebidas y artículos de limpieza. Además de su vasta cadena de sucursales, la empresa cuenta con tres marcas propias: Aro (empanadas, hamburguesas, leches, atún, arroz), M&K (soda, aceites, tomates en lata, duraznos al natural) y Ternes (cortes de carne envasados).

En los últimos años, el grupo SHV inició un proceso de desinversión en América Latina, vendiendo filiales en Perú, Venezuela y Brasil, manteniendo operaciones solamente en Argentina y Colombia. Este movimiento responde a un cambio en la estrategia empresarial de la compañía matriz.
Claro que el contexto económico adverso no golpea sólo a Makro. También ha impactado en las cifras de ventas totales en el país. Según la consultora Scentia, sólo en agosto se reportó una baja del 18,8% en el consumo, lo que refuerza la necesidad de reestructuración de algunas empresas.