A través de un decreto, Nación decidió desregular quiénes pueden comercializar medicamentos de venta libre. De esta manera, desde kioscos a supermercados, podrán ofrecer en sus góndolas remedios como analgésicos o antiácido. Esto generó inmediatamente críticas del Colegio de Farmacéuticos de San Juan y en otros puntos del país, quienes pedirán al Gobierno local que mantenga la prohibición. El argumento detrás de la crítica es que esto puede poner en riesgo la salud de la población al no haber un profesional dispensando las drogas. Los kioscos, en cambio, celebraron la decisión y dijeron que las voces en contra tienen que ver con un interés económico.
El cambio que implementó el gobierno de Javier Milei sorprendió a los empresarios vinculados al comercio y las farmacias, pero además dividió las opiniones. La desregulación implica que todos los medicamentos de venta libre podrán ser ofrecidos por kioscos, supermercados y otros comercios, sin que cumplan con obligaciones como trazabilidad o que haya un profesional a cargo de hacer la entrega. Por el momento abarca a los productos de mayor rotación, como analgésicos o antiácidos, aunque desde el Colegio de Farmacéuticos de San Juan alertaron que también se abre la puerta a que se sumen a esta categoría “otros productos”. Esto se había prohibido hace algunos años, pero finalmente el decreto que anunció el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, vuelve a hacerlo legal.
Esteban Maldonado, presidente del colegio de profesionales, dijo que esta decisión pone en riesgo la salud de la población. “La responsabilidad del farmacéutico es la de estar atento al expendio de los medicamentos, preguntar si toma otros y hacer recomendaciones si hay interacción entre lo que la persona se está llevando”, aseguró. Dijo que por eso en las farmacias existe personal capacitado que “es el que más sabe sobre esto y es responsable a la hora de venderlo, mientras que los clientes muchas veces no saben qué van a llevar”. Criticó que en búsqueda de “dar libertad, se está afectando el bienestar de las personas” y que aunque sean de venta libre no quiere decir que estas drogas no tengan contraindicaciones o riesgos para la salud al ser mal utilizados.
Del otro lado, quienes festejaron la decisiones fueron los propietarios de kioscos. Claudio Rimza, que preside la cámara que agrupa a estos comercios, dijo que el cambio “beneficia sobre todo a los clientes, porque siempre buscan comprar el remedio de venta libre en el comercio cercano porque es más rápido y cómodo”. También que es un ventaja para el kiosco porque aunque “no nos mueve la aguja en lo económico, a mayor variedad tiene un kiosco, más gente va”. Dijo que los que quedaron habilitados “no necesitan frío y el comerciante los tiene guardados, no al rayo del sol”. Además aseguró que la crítica de las farmacias “es por una cuestión económica”.
Maldonado negó que esta medida sea un problema para la economía de las farmacias, porque “son los productos más vendidos, pero no tienen un gran margen de ganancia”. En cambio sí dijo que esto implica una competencia desleal, porque ni kioscos ni supermercados tienen “la gran cantidad de exigencias que nosotros sí”. Con todos estos argumentos, dijo, ya se comunicaron con las autoridades provinciales para que la ley provincial mantenga la prohibición de venta en cualquier comercio, para lo que esperan una respuesta hoy.
> Antecedente cercano
En Mendoza las autoridades anunciaron que no adherirán al cambio hecho por decreto que permite la venta de medicamentos en kioscos. Si bien el decreto es de alcance nacional, las provincias tienen su propia legislación.