Mientras que las aciones y los bonos continúan negociados en sus precios máximos del año, y a la par del descenso del riesgo país argentino -ahora en los 745 puntos básicos, un mínimo desde el 21 de marzo de 2019, la debilidad de los precios del dólar en las franjas alternativas del mercado es otro síntoma de confianza de parte de los inversores, que avizoran una normalización de los negocios -y de la economía en general- una vez despejada la incidencia distorsiva del “cepo”.

En este aspecto, este miércoles ceden por sexta rueda consecutiva los precios de los dólares financieros, el “contado con liquidación” y el MEP, operados pasado el mediodía a $1.111 y $1.073, respectivamente, los valores nominales más bajos desde el 17 de mayo.

Con un dólar mayorista que gana un peso en el día, a 1.004 pesos, la brecha cambiaria vuelve a reducirse: con el “contado con liqui” alcanza el 10,7%, el menor rango de precios desde el 30 de septiembre de 2019 (10,1%), mientras que en comparación al MEP, ésta se achica al 6,9 por ciento. En el caso del dólar MEP o Bolsa, la brecha es la más reducida desde 29 de agosto de 2019, es decir, previo a la reinstauración del “cepo” cambiario el 1 de septiembre de aquel año.

Entonces, el directorio del BCRA –en el tramo final del gobierno de Mauricio Macri– resolvió a través de la Comunicación A6770 que “las personas humanas no tendrán ninguna limitación para comprar hasta USD 10.000 por mes y necesitarán autorización para comprar sumas mayores a ese monto. Las operaciones que superen los USD 1.000 deberán realizarse con débito a una cuenta en pesos, ya que no podrán realizarse en efectivo. Tampoco estará permitido hacer transferencias de fondos de cuentas al exterior de más de USD 10.000 por persona por mes. Excepto entre cuentas de un mismo titular: en este caso no habrá ninguna limitación”.

El MEP es más barato que el dólar “importador”: para las empresas es más accesible acudir al segmento bursátil para hacerse de divisas que comprarlas en el mercado de cambios
Además de otros puntos referidos al comercio exterior, aquel incipiente “cepo” también dispuso que “las personas humanas y jurídicas que no sean residentes podrán comprar hasta USD 1.000 por mes y no podrán realizar transferencias de fondos de cuentas en dólares al exterior”. Después de las elecciones presidenciales que consagraron a la fórmula de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, el BCRA redujo a un cupo de USD 200 mensual la posibilidad de compras por parte de personas humanas.

El dólar MEP, a $1.073 (con el AL30D en Contado Inmediato), es desde esta semana más barato que el llamado dólar importador, que se calcula en base al dólar mayorista más la aplicación del impuesto PAIS y que ahora alcanza los 1.079,30 pesos. Esto significa que para las empresas es más accesible acudir al segmento bursátil para hacerse de divisas que comprarlas en el mercado de cambios.

En 2024 el precio del dólar se redujo a la mitad en términos reales, debido a la enorme divergencia entre la tasa de inflación y la devaluación
Hay que recordar que por medio del Decreto 777/2024, el gobierno de Javier Milei dispuso a partir del 3 de septiembre de 2024 la reducción de la alícuota aplicable desde el 17,5% al 7,5% en los casos de importaciones de bienes no suntuarios ni exceptuados, y de servicios de fletes y transportes bajo los códigos de concepto S04, S30 y S31.

El MEP todavía está más caro que el dólar exportador, a $1.025,40, dado que este tipo de cambio se calcula en base a liquidaciones que se efectúan en un 80% en el mercado de cambios (a $1.004) y un 20% a través de activos bursátiles, a cotización del “liqui” ($1.111).

¿Por qué caen los dólares bursátiles?
Los precios de los dólares negociados en la Bolsa, además del dólar libre, vienen en “picada” este año, ahora en sus niveles nominales más bajos en seis meses. En términos reales -contemplada la evolución de la inflación y del tipo de cambio alternativo- cayeron a mínimos desde 2018.

La intervención oficial en los dólares financieros, con ventas a partir del 15 de julio, contribuyó al desplome de los precios que habían alcanzado precios récord el viernes 12 de julio, tanto para el libre ($1.500), como para el MEP ($1.422,55) y el “contado con liquidación” ($1.427,23). La caída desde entonces es de 24,3%; 24,6%, y 22,2%, respectivamente.

Otro motivo de las bajas se vincula al importante proceso de compras de divisas efectuado por el Banco Central. Desde que Javier Milei asumió la Presidencia, las compras netas ejecutadas por el Banco Central en la plaza de contado ascienden a unos 20.387 millones de dólares. Y puntualmente desde el récord de precios del dólar libre en julio, la entidad encadenó cuatro meses consecutivos con saldo positivo por su intervención, un total cercano a USD 3.500 millones, una cifra sorprendente en una etapa del año que estacionalmente es adversa para la acumulación de reservas.

“Estas compras sirven de combustible para que siga el rally de bonos y quita presión al debate sobre el tipo de cambio, el cual si no está atrasado tampoco le sobra nada”, afirmó el economista Roberto Geretto.

Finalmente, el blanqueo de capitales, con decisivo impacto en septiembre y octubre -ingresaron depósitos en dólares por un resultado neto de unos USD 20.000 millones-, inundó de divisas el sistema y facilitó una rápida expansión en los créditos a privados. La liquidación de estos últimos -incluidas las colocaciones de Obligaciones Negociables de empresas- mejoraron a la vez la oferta privada en el mercado de cambios.

“Con los dólares del blanqueo se destrabó el programa económico y la nominalidad empieza a comprimirse, tanto en tasas como en precios”, reportó la consultora EcoGo. “El próximo paso será la compresión del tipo de cambio, que está mutando de ser un factor de ancla de la nominalidad a ser un factor de inercia, que induce la inflación de acuerdo a las autoridades económicas”, añadió.

Al respecto, el Indec informó el martes que la inflación mayorista de octubre fue de 1,2%: además de ser el registro más bajo en 53 meses, se ubicó debajo de la tasa mensual de devaluación del 2 por ciento.

“La combinación del crawling y una apreciación del contado con liquidación, producto del blend, presionó a la baja el precio de los bienes transables, desacelerando también gradualmente los precios de los no transables. El Gobierno parece estar un paso más cerca de reducir el crawling al 1%, como anunció el Presidente, algo que ocurriría en enero, potencialmente antes si la inflación baja más rápido en noviembre, aunque las estimaciones de alta frecuencia apuntan a una cifra en torno al 3% mensual, ligeramente por encima de octubre”, aportaron los analistas de Max Capital.