Las alternativas para calefaccionar una vivienda van desde los 28.000 pesos un caloventor chico a 1.500.000 un aire acondicionado inverter. La elección depende del bolsillo del cliente, pero juega un papel clave el costo en el largo plazo que tendrá cualquiera de las dos alternativas. Es que según un especialista del sector, la opción más eficiente es tener un aire frío calor y pantallas bajo consumo, porque es la única que no encarecerá la boleta de la luz. En cambio las alternativas más baratas, como pueden ser estufas que irradian, es como tener “una plancha enchufada todo el día” y puede disparar el costo energético. En medio de la suba de las facturas de la luz, este costo tiene un fuerte impacto en las familias. La calefacción a gas, a la que no todas las familias pueden acceder por no tener red, sigue siendo la más conveniente.

Cristian Rosas, técnico electrónico especializado en energía solar, fotovoltaica y térmica, explicó que existe un gran salto en la eficiencia entre los tipos de productos que se venden para este fin. Los caloventores son los más baratos que se consiguen en el mercado pero también los que más consumen: entre 4.000 y 5.000 watt la hora. En cambio, el sistema que mejor funciona y menos energía utiliza es la combinación entre un aire acondicionado y las placas de bajo consumo. “El aire templa en poco tiempo un ambiente y después las pantallas mantienen esa temperatura con consumos de 500 watt la hora”, detalló.

Pero esta combinación eléctrica eficiente es la que más dinero le puede costar al comprador. Un aire inverter, que son los más eficientes, tiene la ventaja de que se utiliza en invierno y verano y que con esta tecnología consume alrededor de 1.000 watt la hora. En un relevamiento por comercios sanjuaninos, los precios de esta tecnología van de 690.000 pesos a 1.500.000. La ventaja que tienen es que la capacidad para elevar la temperatura es en muy poco tiempo con menor consumo. Si se le suma la placa bajo consumo, es necesario pagar entre 130.000 y 156.000 pesos más. El aire más eficiente solo, cuesta 53 veces más que el caloventor más barato que se consigue en casas de electrodomésticos, ya que cuesta 28.000 pesos. Si se suma la placa, la diferencia de precio es 59 veces mayor.

Aun así, debido al esfuerzo económico que implica comprar un aire o una placa bajo consumo, los caloventores y las estufas de cuarzo clásicas son los sistemas más vendidos. Estas últimas son más caras, ya que cuesta 67.000 pesos la más barata y ascienden a 140.000. Esta queda a medio camino entre eficiencia y precio. El consumo de las más chicas de 2.300 watt hora y algunas pueden llegar a los 3.500 watt. Por cada 500 watt de consumo hora, multiplicado por 12 horas diarias y 30 días al mes, se incrementan 180 kwatt/h al mes. El consumo promedio mensual es de 500 kw/h en invierno.

La mejor alternativa en cuanto a costo y eficiencia sigue siendo el gas, ya que un calefactor puede costar entre 227.000 y 307.000 pesos, además de que el metro cúbico sigue siendo más barato que el costo del watt/h. Pero no todas las familias tienen acceso a la red de gas natural, por lo que muchas se ven obligadas a utilizar calefacción eléctrica. Esto, luego de que el costo de las facturas ascendiera debido al aumento del costo de la energía que hizo el gobierno nacional. Utilizar calefactores con garrafa, en cambio, puede encarece el uso de los mismos ya que el gas envasado es más caro que el de red.

> Condiciones clave
El consumo eléctrico de invierno se conoce como “de supervivencia” cuando es para calefaccionar, calentar agua o cocinar. A su vez, la eficiencia está vinculada a la estructura de la vivienda, como ventanas, cortinas o calidad de los materiales.

> Subas en la energía
Con la factura del mes de mayo los usuarios recibirán la segunda de la suba que acordaron las distribuidoras. El incremento se dividió en 6 cuotas, la primera de 4.268 pesos a la que luego se le irán sumando montos de alrededor de 2.500 pesos todos los meses.