Tras 12 horas de vigilia, los alumnos, docentes y no docentes que participaron de la toma de la Facultad de Filosofía de la UNSJ decidieron levantar la medida y abrir paso a otra etapa de lo que aseguran que será “un plan de lucha por la supervivencia de la universidad”, ya que se reunirán nuevamente el lunes. Si bien esta actividad fue promovida en principio por la Federación Universitaria, integrada por alumnos, se sumaron luego los sindicatos de los trabajadores. Este grupo decidió seguir en alerta los próximos días y no descartan tomar otro edificio. Desde el Rectorado aseguraron que el reclamo y su formato es “válido” y decidieron no intervenir, excepto asegurando la seguridad de los manifestantes.

Quien habló en representación del grupo que ocupó la facultad durante la noche fue la presidenta de la Federación Universitaria, Cinthia De Luca. La estudiante explicó que tomaron la decisión “siguiendo los lineamientos y medidas tomadas en otras universidades a nivel nacional”. El objetivo de los estudiantes era visibilizar la situación de la educación superior, luego de que el presidente Javier Milei vetara una ley aprobada en el Congreso que actualizaba los fondos universitarios junto con la inflación. Durante la noche, explicó, “fue una reunión de estudiantes autoconvocados y de los centros de estudiantes de todas las facultades, donde se debatió la situación y conocimos distintas miradas sobre lo que está sucediendo”.

Vigilia en Filosofía. Estudiantes de las cinco facultades de la UNSJ se reunieron en la sede de Ignacio de la Roza el miércoles en la noche y decidieron tomar le edificio. Según dijeron, durante las más de 12 horas hubo actividades pacíficas y antes de retirarse ordenaron y limpiaron el lugar.

En diálogo con este medio, De Luca contó que la convocatoria en Filosofía reunió a integrantes de todos los centros de estudiantes que “a pesar de las diferencias, que pueden tener que ver con la metodología, compartimos un objetivo común, que es la defensa de la educación pública”. También contaron con el apoyo de los sindicatos docentes, con los que conformaron una multisectorial para seguir con los reclamos. La estudiante explicó que la reducción de los salarios docentes “que hoy una gran parte cobra por debajo de la línea de la pobreza, pone en peligro nuestra permanencia en las aulas”. Contó que hay 79 alumnos de la UNSJ que están esperando que giren fondos de Nación para poder contar con sus becas de investigación. A su vez, dijo que temen que se pongan en juego otras ayudas a alumnos que tienen menos ingresos y el comedor universitario.

Con esta agenda, los integrantes de la multisectorial universitaria, decidieron suspender durante el fin de semana la toma pero se reunirán el próximo lunes en el Complejo Universitario Islas Malvinas (CUIM). Allí nuevamente votarán por nuevas medidas de reclamo, entre la que no descartaron “tomar nuevamente una unidad educativa”. También dialogaron con los sindicatos ya que existe un posible paro de los docentes y no docentes. De Luca dijo que durante estas medidas quieren “continuar con las actividades académicas, por ejemplo con clases públicas en algún lugar visible”.

Ante este plan de lucha que continuará, las autoridades de la universidad decidieron no intervenir para evitarlas. Ricardo Coca, secretario Administrativo y Financiero de la institución, explicó que consideran que la toma fue “una medida válida de parte de los alumnos”. Dijo que mientras la metodología siga siendo respetuosa y se cuiden las instalaciones, mantendrán esta postura. Durante las 12 horas en las que ocuparon Filosofía hubo comunicación entre las autoridades y los alumnos. A su vez, decidieron proveerlos con seguridad para permanezcan en el interior del edificio.

  • Preocupación por el presupuesto 2025

Ricardo Coca, secretario Administrativo y Financiero de la UNSJ, dijo que tras el veto de Javier Milei a la ley de financiamiento universitario, la institución se enfrentará a problemas económicos si no hay un presupuesto superador. “Nos preocupa que el presupuesto 2025 no cubre más que el 55% de lo que solicitamos, incluso si se cumple el 18% de inflación que anunciaron y podría llevar a una crisis atroz”, dijo. Detalló que durante este año continuaron con becas y el comedor gracias al aumento que hubo tras la marcha de abril. Pero tuvieron que recortar en equipamiento, intercambio de estudiantes y congresos. Además, los servicios elevaron su impacto en los costos operativos del 3 al 15% por las subas de luz y gas.