Luego de la discusión que se había generado en Jáchal por las demoras para adherir al RIGI que ya aprobaron el Congreso de la Nación y la Legislatura de San Juan, ahora un conflicto muy parecido se abrió en Calingasta. La adhesión municipal al Régimen de Incentivo para Grandes Inversores fue planteada en el Deliberante, pero la aprobación está en veremos: decidieron pasarla a comisión y sacaron una resolución para hacer audiencias abiertas con la comunidad. Esto es visto como “contraproducente” por los empresarios vinculados a la minería, ya que consideran que se dilata innecesariamente los tiempos, cuando en el departamento hay 10 proyectos mineros importantes: Coipita, Altar, Azules, Pachón, Casposo, San Francisco, Piuquenes, Vanesa I, Vanesa II y Vanesa III.
Quien propuso tratar sobre tablas la adhesión en el Deliberante calingastino fue el concejal oficialista Heber Tapia. Pero en la misma sesión, la concejal Nora Olivares propuso tratar el tema en comisión, moción que terminó imponiéndose por 3 votos contra 2.
Allí nació la segunda iniciativa del Concejal Tapia, que fue proponer reuniones informativas en las que sectores referentes explicaran a la comunidad de Calingasta los pormenores y alcances del Régimen. Se decidió entonces postular a la Dirección de Minería municipal para organizar estas audiencias abiertas a la gente, y se terminó aprobando por unanimidad la resolución 92.
“La resolución que aprobamos busca justamente que se pueda escuchar a todos los sectores y que podamos acá en Calingasta tener información sobre cómo va a impactar el RIGI en las diferentes actividades, el turismo, la agricultura, la minería y demás”, le dijo Tapia a DIARIO DE CUYO.
Pero, efectuadas ya al menos dos de esas audiencias, el sector empresario puso el grito en el cielo y salió a acusar al Deliberante de estar dilatando todo en lugar de aprobar la adhesión al RIGI. Aun teniendo claro que adherir no es más que una cuestión simbólica, una señal política hacia eventuales inversores más que un instrumento que modifique algo, los primeros que salieron a protestar fueron los integrantes de la Casemica (Cámara de Servicios Mineros y Afines de Calingasta), quienes emitieron un comunicado para expresar su apoyo al RIGI y una “profunda preocupación ante la demora en su tratamiento”.
En diálogo con este diario, el presidente de Casemica, Alfredo Amín, dijo que “esas audiencias terminan en cualquier enfrentamiento: en vez de hablar del RIGI, se arman discusiones personales. Me recuerdan a la consulta popular sobre minería sí o minería no. Siento que estamos retrocediendo en el tiempo. Es contraproducente porque se termina discutiendo cualquier cosa, y damos hacia afuera una imagen poco seria”.
La postura de la cámara fue compartida luego por Caemca (Cámara de Empresarios Mineros de Calingasta), que también reclama premura en la adhesión municipal al RIGI. Pero por ahora, el tema está trabado entre dos posturas que parecen irreconciliables.
Rivadavia definió beneficios a otorgar
Desde la Municipalidad de Rivadavia, que recientemente adhirió al RIGI, ayer dieron a conocer que no cobrarán tasas ni derechos de instalación y funcionamiento a las empresas que se instalen en el departamento bajo los alcances planteados por el Régimen. Los tributos que no pagarán los beneficiarios son Tasa de Comercio, Tasa Inmobiliaria, Derecho de Construcción y Derecho de Habilitación Comercial, detallaron. “Nosotros tenemos un departamento hermoso que necesita de la articulación público privado, por eso necesitamos que vengan capitales a instalarse. Quiero felicitar también a los concejales por el apoyo”, declaró el intendente Sergio Miodowsky.