Durante 2024 creció un 54,5% la cantidad de usuarios que optaron por usar generación distribuída, el sistema que permite inyectar energía fotovoltaica a la red y descontarlo de lo que se usa en horarios sin sol. Si bien se trata de un número todavía pequeño, el número se ha multiplicado desde 2021 hasta ahora y hay expectativas de que continúe. Debido a esto y también a pedidos de actores privados, durante las audiencias quinquenales del EPRE el tema se tratará. Un tema que será central y puede generar cruces es cuánto se les cobrará a los usuarios generadores por usar la red de distribución, lo que se conoce como Valor Agregado de Distribución (VAD).

En la provincia hay 102 usuarios de generación distribuída registrados oficialmente hasta el cierre de 2024, aunque desde la Dirección de Recursos Energéticos no descartan que haya más que no lo declararon. En 2023 eran 66 y en 2022, 21, según datos del EPRE. El crecimiento fue del 54,5%, mientras que en la potencia instalada (cantidad de kilowatts que pueden producir) el salto fue del 129,5%. Esto deja ver que la mayor incorporación la hicieron usuarios de potencia media a alta, que son pymes y comercios.

El avance de los usuarios domiciliarios, que en general tienen menos de 10 kw instalados, es más lento porque deben pagar el VAD, aseguraron desde el sector privado. Este es uno de los puntos que deberán discutir a futuro, ya que hoy está regulado de esta manera. Los empresarios que están en la Cámara de Energías renovables, todavía en formación, pidieron modificar la normativa para sacar esta carga. Pero desde el EPRE respondieron de forma negativa a una solicitud. Desde Recursos Energéticos creen que se pueden discutir cambios en las audiencias quinquenales del ente regulador.

La postura de los empresarios que instalan equipos es que en los consumos domiciliarios el VAD termina haciendo que el usuario “pague lo mismo que quien no tiene paneles”. Esto hace que las pequeñas empresas locales, que conforman la cámara, no tengan oportunidades de hacer instalaciones. Los parques medianos, por ejemplo, para pymes industriales o comercios, los hacen firmas de mayor tamaño, algunas locales pero la mayoría de otras provincias. Rosas responsabilizó directamente al vicepresidente del EPRE, Roberto Ferrero, por estas decisiones.

Lo cierto es que la decisión de no eliminar el VAD fue a través de una resolución del organismo del pasado 24 de mayo de 2024. En esta detallaron que de aceptar el pedido de Rosas “implicaría elevar los niveles tarifarios para el universo de los suministros que carecen de Generación Distribuida”. Esto se debe a la composición de la tarifa: una parte responde a la cantidad de energía que se usa y la otra parte es la que tiene que ver con la potencia. Esta última en el caso de todos los usuarios domiciliarios es lo que se conoce como costo local o el de la red de distribución. Si los generadores dejan de pagar, esto se trasladaría al resto, ya que se divide en todos los suministros domiciliarios por igual.

José María Ginestar, director de Recursos Energéticos, explicó que, durante este año, en las audiencias quinquenales del EPRE, está abierta la puerta a discutir el VAD. Entre las opciones que analizan es modificar el cobro según la zona de la provincia. El funcionario explicó que el ingreso de energía solar impacta distinto en la red de distribución según el entorno. En lugares alejados, al final de las líneas, puede mejorar la cantidad de energía de todos, por lo que ahí se podría considerar una ayuda al sistema y por lo tanto reducir el valor. En cambio, en zonas muy urbanas la fotovoltaica genera “ruido” en la red y por lo tanto ahí se podría ver un costo extra. Estas variables, más las medidas para incentivar a unos sectores y otros a incorporar la tecnología es lo que considerarán en las próximas audiencias.

> Distintas formas de generar energía

La generación distribuída es una de las formas de aprovechar la energía solar y puede servir a usuarios productivos y domiciliarios. Además de los paneles, el usuario generador debe incluir un medidor doble, que informa a la distribuidora cuánto se inyectó al sistema y cuánto se usó. Otro es el sistema off grid, que usa baterías para resguardar lo que se produjo durante las horas soleadas para usar a la noche. Estos no deben pagar el VAD a las operadoras locales Naturgy y Decsa. En tercer lugar, están los grandes generadores que son quienes instalan parques con la finalidad de vender la energía al sistema mayorista, que no requieren de extraer desde la red.