Luego de una polémica por los fuertes tironeos entre el Concejo Deliberante y las cámaras de empresarios mineros, ayer finalmente Calingasta terminó adhiriendo al RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones) y completó así la grilla de departamentos con minería metalífera donde ya rige esa medida nacional, junto a Iglesia y Jáchal.

En rigor, la adhesión no es más que un gesto tanto político (el régimen fue creado por el gobierno de Javier Milei y cuenta con el apoyo de la Legislatura sanjuanina) como económico, ya que es una señal enviada a las empresas que quieran eventualmente invertir allí.

Sin embargo, Calingasta demoraba en responder al convite de adhesión que le había hecho el Legislativo provincial y eso había levantado polvareda en el departamento. Dos cámaras empresariales salieron a acusar a los concejales de escudarse en excusas para no ponerle la firma al RIGI, en tanto que los ediles respondían que querían escuchar todas las voces posibles antes de hacerlo. Mientras tanto, se convocaba a distintas audiencias públicas para definir adherir o no. Hasta que ayer finalmente, en plena sesión del Deliberante, se terminó aprobando por unanimidad la adhesión departamental al régimen para inversores, tal como lo habían hecho Iglesia por el mismo mecanismo y Jáchal por decreto.