Tanto la sede local de la Cámara Argentina de la Construcción como Caemco (Cámara Empresarial de la Construcción), que agrupa constructoras pymes, asumen que las grandes obras públicas no volverán en 2025 por falta de fondos nacionales. Así, enfrentan una “reorganización” interna, mientras buscan alternativas que puedan reactivar el sector. Además de los proyectos mineros, que creen que activarán en el mediano plazo, buscan nuevos caminos. Por un lado, los ilusionan los créditos hipotecarios, aunque reconocieron que las tasas todavía no favorecen. Por otro, ambas cámaras quieren empezar a construir barrios con fondos mixtos, públicos y privados, que mejoren la toma de empleo.

Desde la llegada a la presidencia de Javier Milei hace 10 meses, las expectativas que tenían los empresarios con respecto a la obra pública fueron variando. En un principio, esperaban la continuidad de algunas obras, pero ahora están convencidos de que la política de no girar fondos continuará. Si bien a nivel local hubo reactivación de obras con fondos provinciales, aspiran a que se sumen nuevas herramientas. Por eso buscaron alternativas internas y también llevaron una propuesta a Gobierno, específicamente al IPV, para reactivar la construcción de viviendas con un esquema público privado. La directora del instituto, Elina Peralta, confirmó a este medio que se reunieron la semana pasada con una de las cámaras, pero aclaró que fue “una primera charla”. Aun así, agregó, están “dispuestos a evaluar los proyectos, no podemos ni asegurar, ni descartar la aplicación”.

Las dos cámaras que hay en la provincia, la Cámara Argentina de la Construcción que conduce Ramón Martínez, y la Caemco donde el presidente es Miguel Gili, analizan planes de construcción con fondos mixtos. En la institución que conduce Martínez esta idea fue tomando fuerza en las últimas semanas y el empresario dijo que todavía quieren definir cómo podrían utilizar el sistema. Desde la Caemco, Gili contó que ya redactaron un proyecto que presentaron a Gobierno hace poco más de un mes. Los empresarios ofrecen conformar un fideicomiso, donde aporten las constructoras y también privados, tanto inversores como personas que quieran construir su vivienda.

La idea es “flexible”, explicó, pero permitiría a las empresas retomar el trabajo y sumar nuevamente mano de obra. A quienes quieren conseguir una casa les permitiría sumarse al fideicomiso con un crédito hipotecario o ahorros en caso de tenerlos. El Estado, dijo, “puede participar como garante ante un banco que agregue fondos o también sumar propios para la construcción de una vivienda social”, dijo. Otro actor posible podrían ser ahorristas, que aporten para la construcción de viviendas que luego pueden vender o alquilar. Al no tener una opción totalmente cerrada, los empresarios explicaron que se puede dialogar qué formato es más conveniente.

Esta flexibilidad también está dada por las circunstancias del sector. Tanto Martínez como Miguel Gili, aseguraron que la recesión del sector continúa. El primero dijo que la actividad está a un 50% si se lo compara con el mismo momento del 2023. Gili se refirió también a la ocupación de mano de obra y dijo que tienen entre un 30 y un 35% de los operarios que tenían antes.

Por el momento el objetivo de los empresarios es, al menos, recuperar el ritmo que tenían en 2023. Esto, aseguraron, requerirá tanto un trabajo de cada firma como en conjunto a través de las cámaras. Martínez explicó que el futuro de las empresas depende también de que puedan adaptarse a esta nueva realidad y que cuenten con las posibilidades económicas para cambiar la modalidad de trabajo. La minería, en este contexto, sigue siendo una esperanza para los empresarios, en especial ahora que vuelven las tareas en los proyectos que cortan en invierno. Pero, por el momento, las expectativas son que la mejora sea recién en 2025.

> Ni peajes ni diques

Martínez, de la Cámara Argentina de la Construcción, dijo que las empresas locales no están pensando en grandes obras de infraestructura. Descartó que puedan retomar El Tambolar y agregó que hacer rutas y cobrar peajes “sería imposible en San Juan”.

> Empezaron las obras en la Ruta 40 Sur

La construcción del segundo tramo de la Autopista San Juan-Mendoza empezó nuevamente en septiembre, tras cinco años sin avances en la obra. Esto fue luego de negociaciones por parte de la provincia, luego de que Nación habilitara los fondos que aporta el BID para la nueva vía interprovincial. Desde la UOCRA, el secretario adjunto Alberto Tovares confirmó en diálogo con Radio Sarmiento que empezaron las primeras entrevistas a trabajadores. La primera etapa de contratación será para 25 choferes y maquinistas, que deben primero pasar por los estudios médicos. Tras esto esperan que haya entre 120 y 130 personas trabajando en la obra, una vez que avancen las tareas. El punto más alto de ocupación será cuando realicen los trabajos de los tres puentes que están planificados en el tramo.