Los Azules se convirtió en el segundo proyecto en menos de dos meses en recibir su Declaración de Impacto Ambiental. Se trata además del segundo de cobre, tras Josemaría, en conseguir el aval general para avanzar en la construcción. Ahora el mayor desafío que tiene la compañía McEwen Copper es conseguir los fondos para hacer el campamento, planta de procesamiento y planta industrial en Calingasta. Los directivos calculan que serán entre 2.500 y 3.000 millones de dólares. La primera reunión que tendrán será la próxima semana en Bruselas, donde viajan con una comitiva que incluye también al gobernador Marcelo Orrego.
El camino para obtener el aprobado ambiental de Los Azules empezó hace 20 meses, en abril de 2023. En total los técnicos de 15 instituciones científicas analizaron 4.000 páginas de estudios técnicos y determinaron que el proyecto podía continuar. Se trata de un aprobado general, donde por ejemplo autorizaron el sistema de producción, que implicará que la futura mina obtenga placas de cobre listas. El proyecto está en Calingasta, a 3.600 msnm y a 3 km del límite con Chile.
Si bien la DIA es uno de los documentos más complejos que debe obtener cualquier proyecto minero para avanzar, porque conlleva un examen detallado de todas las actividades que realizarán, esto no implica un inicio de la construcción de inmediato. Además de otros procesos administrativos, como los más de 300 permisos sectoriales, la empresa debe conseguir una fuerte inversión, para lo que recurren a organismos internacionales y otras firmas.
Michael Meding, gerente general de la empresa, explicó a este medio que la DIA ayuda a la hora de salir a reunirse con otros inversores. Pero hay uno que tiene más peso: el Estudio de Factibilidad. Para este la minera se encuentra haciendo más estudios en esta campaña de exploración y creen que lo tendrán listo durante el primer semestre de 2025. Hacia final de año, dijo el empresario alemán radicado en San Juan, “queremos tener garantizados los fondos para avanzar a la construcción”. Si esto se cumple, creen que para 2029 podrían producir las primeras placas de cobre sanjuanino.
La tarea que implica buscar accionistas ya está en movimiento hace tiempo. Los Azules consiguió inversiones en varias ocasiones, pero ya tiene dos socios clave: Rio Tinto y Stellantis. La primera es una de las principales mineras del mundo e ingresó al proyecto con fondos de Nuton. La segunda empresa es la principal productora automotriz del mundo, con marcas como Renault, Peugeot, Fiat, Citroën y otras. Esta hizo dos aportes en distintos momentos con los que acordó quedarse con un porcentaje de la producción futura de placas de cobre. Entre ambas, McEwen consiguió 475 millones de dólares en los últimos dos años.
Para alcanzar el objetivo final el próximo año, Los Azules seguirá trabajando y un paso clave será el viaje a Bruselas. Según Meding, Europa sigue siendo un lugar donde buscar apoyo económico debido a la necesidad de materias primas de los países socios. Los bancos también están interesados porque no hay muchos descubrimientos. No descartan sumar inversiones de otras mineras que quieran participar en el proyecto, pero según aclaró el empresario, no están pensando en ceder el control de la mina. “McEwen ha demostrado que puede desarrollar bien y rápido este proyecto”, dijo.
ENTREVISTA / Michael Meding
- “Tenemos la capacidad”
-¿Cambia mucho el escenario para salir a buscar inversiones con la DIA?
-Yo creo que es un paso absolutamente necesario para la obtención de mayores inversiones para el proyecto.
-¿Qué diferencia a Los Azules frente a inversores?
-Hay claramente interés también en proyectos que fabrican, que van a producir concentrado, pero nosotros tenemos como característica principal que vamos a fabricar cátodos y con baja huella medioambiental, baja huella de agua, de energía, de emisiones de CO2.
-¿Cuál va a ser la agenda de trabajo en el viaje a Bruselas?
-Hay presentaciones generales y hay presentaciones al ámbito gremial empresario de Europa.
-¿Analizan la posibilidad que ingrese otra empresa como socio?
-Eso lo veremos como una posibilidad para bajar el riesgo. Porque si uno suma socios estratégicos, se apalanca entre varios.
-¿Podría ser con más de un 50% del proyecto? ¿O McEwen quiere la participación mayoritaria?
-No, nosotros hemos mostrado que tenemos la capacidad de gestión de llevar el proyecto adelante rápidamente y eso da también una cierta confianza de los inversionistas que tenemos.