El municipio de Capital creó el programa “Volvamos a las plazas” con la idea de mejorarlas para que las puedan aprovechar las familias. En el primer relevamiento, que llegó a todos los espacios verdes, detectó que todos necesitaban mejoras. Dividieron las tareas entre las vinculadas a lo edilicio y el mantenimiento. Mejoraron también el stock de herramientas y planean cambiar la frecuencia de arreglos menores. Una de las alternativas que analizan es involucrar más a los vecinos.

Lisandro Cevinelli, director de Ambiente del municipio, explicó que por pedido de la intendenta Susana Laciar iniciaron un programa para mejorar estos espacios públicos. “Lo que se promueve es que las plazas vuelvan las familias y que sea un espacio agradable para ir, pero si no están en condiciones difícilmente se va a utilizar así”. El primer trabajo que hicieron fue un relevamiento en todo el departamento. De este detectaron que hubo 40 lugares en los que se hicieron inversiones profundas en la gestión anterior, pero que en las 173 tenían que realizar mejoras.

A partir de esto dividieron en dos las necesidades: están las plazas que necesitan tareas de mantenimiento y otras mejoras edilicias. En el primer grupo están todos los trabajos de riego, replantar césped u otras variedades vegetales, poda y limpieza. Las mejoras edilicias son en las que deben reparar veredines, asientos, pintar la infraestructura existente o incluso cambiarla, como en el caso de las luminarias.

Como el segundo tipo de trabajo es el que requiere de más inversión, sobre todo porque deben comprar materiales y contratar mano de obra, armaron una lista de plazas prioritarias. Entre estas agregaron las que estaban más dañadas, como la del barrio FUVA, la plaza Bandera Argentina y la Cornelio Saavedra, que reinauguraron el pasado viernes.

Cevinelli explicó que en algunos casos deben “pintar paredes o mejorar algunas instalaciones, pero hay plazas donde llevan años sin mejorar la infraestructura y tienen muchos daños”. Este es el caso de la última plaza inaugurada, donde por ejemplo cambiaron toda la iluminación y debieron instalar nuevos asientos. Además, parte de estas tareas deben repetirse constantemente, porque vuelven a sufrir daños por vandalismo o el desgaste de la pintura por el sol.

Las tareas de mantenimiento son permanentes, ya que incluyen regar y podar los jardines de los espacios, además de mantener la limpieza. Para esto el municipio tiene sus propias cuadrillas de trabajo, con las que aspiran a aumentar la frecuencia de trabajo. “Empezamos yendo cada 15 días a la mayoría y una vez por semana en el caso de las plazas centrales”, explicó. En un futuro buscarán que todas las plazas tengan mantenimiento semanal. Par esto también actualizaron las herramientas, repararon barredoras y un tractor y compraron 12 motoguadañas más.

Para poder sostener este ritmo y además tener monitoreada la situación de cada uno de los lugares, analizan trabajar con los vecinos. Es que si bien hay espacios que tienen su placero permanente, no en todo el departamento es así. Por eso buscarían “un referente para cada plaza, que puede ser un vecino, la unión vecinal, una asociación o incluso trabajadores municipales que vivan cerca”, contó. La tarea de estas personas sería informar al municipio de forma permanente si es necesario hacer trabajos además de los programados.

Riego del césped
Entre las tareas que deben realizar desde el municipio está el mantenimiento de los espacios verdes regados. En la mayoría restauraron los sistemas presurizadas pero en algunas mantienen los canales con camiones hidrantes, para respectar la arquitectura.