El Grupo Petersen, dueño de Banco San Juan, decidió apostar fuerte por la sostenibilidad en su Plan 2025. En una entrevista exclusiva con DIARIO DE CUYO, Leonardo Picardi, líder de Financiamiento y Alianzas Estratégicas Sostenibles – Banca Mayorista, contó que trabajarán en cuatro ejes en todo el país. El objetivo es apoyar con financiamiento a las pymes que quieran impulsar mejoras en su matriz productiva y reducir su impacto ambiental generadas por su propia actividad. Uno de estos está vinculado directamente con la provincia, ya que trabajan en una línea específica junto con el EPSE para quienes quieran invertir en producción fotovoltaica.

La iniciativa tiene como objetivo apoyar a las pymes para que puedan reducir su impacto ambiental y para que avancen en los objetivos de sustentabilidad. Para eso la herramienta principal con la que va a trabajar el Banco San Juan son préstamos financieros y leasing verdes para que las firmas sean capaces de invertir en los cambios necesarios. Esto responde a una necesidad del sector, en especial exportadores y quienes son parte de la cadena de valor de la minería. Es que, a nivel internacional, cumplir con buenas prácticas y la reducción de la huella de carbono se convierte cada vez más en un requisito para conseguir contratos o vender sus productos.

Dentro de la estrategia 2025, Picardi adelantó que hay dos áreas que van a trabajar que tienen un vínculo directo con San Juan. El primero es la posibilidad de invertir en energías renovables, en especial con instalación de paneles solares. Esto es parte del eje de financiamiento del desarrollo sostenible. “Nosotros estamos trabajando con el EPSE, porque ellos tienen un proyecto de fabricación de paneles solares muy ambicioso y queremos ser socios estratégicos”, explicó. Trabajarán también con un sindicado con fondos de garantía.

Si bien todavía tienen puntos a definir, en el trabajo con las autoridades provinciales determinaron que la mayoría de las inversiones que se requieren en las pymes van entre los “100.000 y 150.000 dólares”. Gracias a que tienen este dato, calculan que la oferta de financiamiento para instalar paneles solares tendría estos montos. A la vez, sumaron también información de cómo se fueron dando los casos que ya se concretaron. Todavía no definen si habrá un cupo de créditos para entregar una vez que tengan en funcionamiento el sistema.

Otro punto que trabajaron con empresas locales tiene que ver con la logística y transporte. Es que, si bien las empresas pueden mejorar sus procesos internos para reducir la huella de carbono, la distancia les juega una mala pasada. Industriales ya habían señalado esto, que la posibilidad de producir energía verde era una de las ventajas, el transporte juega en contra. A la hora de computar cuanto dióxido de carbono se genera en la producción, también se tiene en cuenta el emitido en el transporte a destino final. Picardi dijo que están buscando alianzas con empresas de transporte y camiones a nivel nacional para financiar el cambio por vehículos que sean más eficientes.

El tercer eje que tiene el grupo está vinculado directamente al agro y la energía regenerativa, donde buscarán apoyar a empresas y pymes que estén trabajando en este tipo de avances. Por último, agregó, en el cuarto eje van a trabajar con aquellas firmas que estén haciendo certificaciones y avances en triple impacto. Este tipo de mejoras tiene que ver no solo con lo ambiental, sino que también incluye el análisis de cómo interactúa en términos sociales y económicos con las comunidades. Para apuntalar esto van a acompañar a quienes están obteniendo las certificaciones y en caso de tenerlas aprobadas, van a ofrecer financiamiento para poder aplicar los cambios necesarios.

Esta política, de acompañar el desarrollo sustentable, tiene que ver no solo con mejorar el impacto de las empresas, sino que también con sostener la viabilidad de los negocios. Picardi dijo que buscan “financiar el futuro, acompañar a los clientes tradicionales en esta transición para que sigan teniendo negocio”. Es que la interacción de las empresas con su entorno, tanto el natural como social, se convierte cada vez más en una exigencia para que las cadenas de valor sigan subsistiendo.