La inflación se desacelera, pero no da respiro, y junio arrancó con una batería de aumentos. Uno de los incrementos que más afecta a los argentinos es el de los combustibles, ya que no solo impacta en quienes deben llenar el tanque de su vehículo particular, sino también a la logística y la cadena productiva de los bienes de consumo diario. Hoy se aumentó el precio de una de las variables que entra en juego y que suma presión para que se desencadene una nueva suba.
Este martes -y como ocurre cada mes-, la Secretaría de Energía, a cargo de Eduardo Chirillo, autorizó un incremento de los biocombustibles. De esta manera, se estableció que el precio mínimo de adquisición de biodiesel para su mezcla obligatoria con gasoil pasa de $938.540 a $951.285 por tonelada, lo que representa un aumento del 1,4%.
Además, fijó el precio mínimo de adquisición del bioetanol elaborado a base de caña de azúcar a $635 por litro, lo que representa un alza del 2,2% respecto del anterior valor; mientras que para el elaborado en base a maíz el precio quedará en $582 por litro, con una suba del 2,2%.
¿La suba de los biocombustibles pone presión al precio de la nafta?
Claudio Molina, analista de bioenergías y ferrocarriles, habló con MDZ y evaluó el funcionamiento del sector. “Lo más importante que hay que tener en cuenta es que cuando uno habla de petroleras, en general, se está hablando de toda una cadena de valor; pero el problema está concentrado en los refinadores de petróleo, es decir, aquellos que transforman el petróleo en combustible. El más importante es YPF”, comenzó exponiendo.
Teniendo en cuenta de dónde se parte, al ser consultado por el impacto del aumento de los biocombustibles en surtidor, explicó que “cualquier aumento de precios en cualquier rubro o en cualquier producto, cambia las relaciones” y más en momentos como los actuales, en los que la inflación interanual esta en el orden del 289%.
En este sentido, Molina hizo una aclaración y es que si bien afecta y suma a la ecuación final, no es un factor determinante. Incluso, este mes, el incremento fue mínimo.
Cabe destacar que, si bien el aumento del biocombustible no es el de más peso en la cadena de producción y podría ser absorbido como un costo para evitar trasladarlo al consumidor, lo cierto es que el sector viene transfieriendo esta suba junto con el de los impuestos al combustible directo al precio en surtidor.