Las bolsas europeas se desplomaron este lunes con caídas de hasta 11%, mientras Wall Street suspendió su sesión tras la apertura, reabrió y volvió a caer hasta un 12%, en un contexto de pánico por las consecuencias del coronavirus y pese a las medidas que tomaron los bancos centrales el domingo.
A las 13 horas GMT, en París, el CAC 40 caía un 11,2 %, igual que el FTSE 100 de Londres (-7,3%) y el DAX 30 de Fráncfort (-9,7%). En Madrid, el IBEX-35 retrocedía un 11,9% y en Italia el FTSE MIb un 10,8%.
Por su parte, Wall Street abrió en picada y suspendió operaciones: el Dow Jones caía el -9,76%, mientras el índice Nasdaq registraba -6,12%. Luego reabrió y volvió a caer un 12%.
Asimismo, la Bolsa de San Pablo interrumpió sus operaciones menos de media hora después del inicio de la sesión, cuando caía 12,53%. Se trata de la quinta aplicación del mecanismo denominado “circuit breaking” desde el 9 de marzo, que se activa cuando el índice Ibovespa cae más de 10%.
Todo esto ocurre mientras la Reserva Federal de EEUU lanzó el domingo el mayor paquete de estímulo monetario desde la crisis financiera de 2008, que incluye un recorte de los tipos de interés de un punto, hasta dejarlos entre el 0 % y el 0,25 %, y una inyección de liquidez de 700.000 millones de dólares.
Además, la Reserva Federal acordó una acción coordinada con los bancos centrales de Canadá, Inglaterra, Japón, Suiza y con el Banco Central Europeo (BCE) para canalizar mayor liquidez al mercado a través de líneas de intercambio del dólares.
Asia
La caída de las plazas europeas se produce luego de que las bolsas asiáticas cerraran también con pérdidas, en algunos casos fuertes, como Shanghái (-3,4%) y Hong Kong (-4,03%).
La Bolsa de Tokio cerró con una caída del 2,46 % del Nikkei, su principal indicador, después de que el banco central nipón anunciara nuevas medidas de estímulo para calmar a los mercados y mitigar el impacto del coronavirus. El organismo anunció mantener en el mismo nivel el tipo de interés de referencia pero ha ampliado la compra de bonos y otros instrumentos y ha creado una nueva línea de financiación a las empresas.
Las medidas del Banco de Japón llegan al inicio de una semana considerada clave para los mercados mundiales tras las caídas récord de los últimos días, entre ellas las del parqué tokiota, que cerró el viernes con un descalabro del 6 %.
La evolución Nikkei apunta a que las medidas de la Fed y del banco central nipón siguen sin bastar para devolver la calma a los mercados, y a que los inversores esperan actuaciones coordinadas y más contundentes en las citas previstas en días próximos por parte de los líderes del G7 y del Eurogrupo, entre otras.
El grupo tecnológico y de telecomunicaciones Softbank acaparó el mayor volumen de operaciones y terminó con un descenso del 2,49 %, seguido del conglomerado tecnológico Sony, que perdió un 3,06 %.
Las acciones de Toyota, el líder nipón del motor y otra de las empresas con mayor capitalización bursátil, retrocedieron asimismo un 2,35 %.
Caída histórica en Australia
De su lado, la bolsa de Australia se hundió un 9,7%, registrando una caída histórica.
El selectivo australiano ASX 200 terminó la sesión con 5.002,00 puntos, o 537,30 unidades menos.
Los retrocesos más importantes los registraron la cadena de comida Collins Foods, que cayó un 22,48 por ciento, además de la cadena de casinos Star Entertainment (-20,91 %) y la agencia de viajes Wetjet (-20,04 %).
Desde el 20 de febrero, el mercado bursátil australiano ha perdido unos 529.000 millones de dólares australianos (325.882 millones de dólares estadounidenses o 293.016 millones EUR), informa el portal de noticias “news.com.au”.
El desplome, mayor al registrado el pasado jueves y tras una jornada de alivio el viernes, se da también a pesar del anuncio de Banco Australiano de la Reserva de comprar bonos del gobierno en los mercados secundarios y de los planes para asegurar la liquidez de los mercados, entre otras medidas.
Cae el petróleo
El barril de Brent caía el lunes más de 9%, situándose en su nivel más bajo en cuatro años, debido al desequilibrio provocado por una abundante oferta de crudo y una demanda que disminuye como consecuencia de la pandemia de coronavirus.
Hacia las 13 hora GMT, el barril de Brent del mar del Norte para entrega en mayo valía 30,53 dólares en Londres, 11,2% menos que al cierre del viernes, poco después de haberse desplomado a 30,50 dólares, su nivel más bajo desde febrero de 2016.
El petróleo del mar del Norte, de referencia en Europa, viene sufriendo fuertes caídas en las últimas semanas por el temor de los inversores a un brusco descenso de la demanda por las restricciones de movimiento, vuelos y actividades productivas y empresariales como consecuencia de la pandemia del coronavirus y ante la guerra de precios iniciada por Arabia Saudí.
En Nueva York, el barril de WTI, petróleo de referencia en Estados Unidos, para entrega en abril perdía 8,5%, a 29,01 dólares, aún por encima de su último mínimo alcanzado el pasado lunes de 27,34 dólares.
La semana pasada, los precios del oro negro se desplomaron por la decisión saudita, el mayor productor de crudo del mundo, de bajar el precio de sus exportaciones, y por la pandemia del COVID-19.
La OPEP estima que este año el total de la demanda de crudo no superará, como había calculado, la barrera psicológica de los 100 millones de barriles diarios, sino que se quedará en una media de 99,73 millones, siempre que el mundo lo antes posible la crisis por la crisis del coronavirus.