El Gobierno provincial reconoció que ‘ve difícil’ que en esta próxima vendimia los cosechadores de uva para vinificar, que por temporada son unos 20.000, puedan tener listo el acuerdo para facilitar el blanqueo de este sector. De todas formas, el gobernador Gioja aseguró que ‘tarde o temprano se hará’’.

La novedad se conoció ayer cuando el Gobierno, 12 cámaras empresarias y el gremio de frutas y hortalizas firmaron un acuerdo histórico (ver detalle en pág. 4) para regularizar a más de 15.000 cosechadores a través de un convenio de Corresponsabilidad Gremial que beneficia tanto al empleador como al cosechador y que tuvo como uno de los principales impulsores y coordinadores a Ernesto Peñafort, miembro de la Cámara de Comercio Exterior.

Es el segundo en su tipo que se firma en el país, luego que lo hicieran los tabacaleros.
Queda claro que el de ayer fue el primer eslabón de una cadena que tiene como objetivo final incluir a todos los trabajadores temporarios o migrantes (popularmente llamados ‘golondrinas’) al sistema formal, principalmente el de la uva, que es el más populoso.

En este caso, el acuerdo es más complejo porque en la mesa de las negociaciones se sientan representantes de todas las provincias vitivinícolas. Los puntos en discusión y que no están definidos, son básicamente dos: la tarifa sustitutiva y el agente de retención, es decir, quién le debitará al empleador los aportes para el Sistema de Seguridad Social.

En el primero de los escollos, todo pasa por definir la ‘unidad de medida’ para calcular esa tarifa, que puede ser la cantidad de kilos por hectárea o la de tachos (gamelas) recogidos, donde se tendrá en cuenta si es uva común o fina. En tanto, el agente de retención podría ser el Instituto de Vitivinicultura (INV) o por ejemplo en el caso de la provincia de Mendoza, la Bolsa de Comercio.

‘El tema está iniciado, pero esto tiene que transitar todavía un largo camino. De todas formas quienes deciden esto no somos nosotros sino las partes involucradas. Aquí (por el que se firmó ayer) hubo un gremio y 12 partes que se pusieron de acuerdo. En este caso también está la predisposición de las partes, el diálogo y la participación del gobierno nacional, pero todo tiene su tiempo’’, explicó el ministro de Gobierno de la provincia, Emilio Fernández, quien agregó que ‘para firmar éste de hoy (por el acuerdo de ayer) estuvimos casi 3 años de arduas negociaciones’’.

En sintonía con los tiempos que maneja el funcionario, se refirió el titular local de la Federación de Obreros y Empleados Vitivinícolas y Afines (FOEVA), Carlos Ozán: ‘Las esperanzas que se concrete en esta temporada no las perdemos, pero la realidad es que se tienen que sentar a negociar todas las provincias vitivinícolas y eso sabemos que no es fácil, porque los temas a discutir son muchos y espinosos’’.

Uno de los que espera atento el desenlace de las negociaciones es la Federación de Viñateros. ‘Es clave para nosotros tener claras las reglas del juego, porque llegan las inspecciones y podemos llegar a tener muchos problemas’’, se sinceró el presidente de la entidad vitícola, Alejandro Pons.