La vendimia 2021 no fue tan mala como se esperaba en cuanto a volumen, al cosecharse casi un 5% más que el año pasado, cuando las estimaciones previas indicaban que iba a ser menos. Ahora, el sector se apresta a vivir otro año atípico por la coyuntura económica y la pandemia, pero se prevé que como faltará vino y mosto, los precios aumentarán, según la opinión de la mayoría de referentes del sector consultados por DIARIO DE CUYO. Esta cosecha se recolectaron en total 2.122.091.558 kilos de uva en el país, es decir, un 4,58% más que los 2.055.725.509 cosechados en el 2020, y en el INV dicen que es porque no hubo tormentas graniceras fuertes ni pestes que mermaran el volumen. El pronostico del instituto incluso había indicado una merma del 6,39%. ""Estuvo dentro de los márgenes previstos", dijo el presidente del INV, Martín Hinojosa, quien advirtió que de todos modos se está frente a una cosecha pobre, un 20% menos de los normal, pero destacó la buena calidad de la materia prima este año. ""La calidad es muy buena, incluso estuve personalmente en 3 bodegas en San Juan y no vi enfermedades por las lluvias, y se estuvo muy lejos de una merma por botritis", indicó.
El funcionario analizó que no quedan stocks vínicos, pero evitó arriesgar estimaciones sobre el futuro de lo precios. En cambio sí consideró que se abre una oportunidad interesante debido al impacto de las heladas en Francia y el hemisferio Norte, que han causado fuertes pérdidas en la producción. "Vamos a tener posibilidad de hacer frente a una demanda internacional, lamentablemente no ha sido un volumen grande de cosecha y no tenemos stock, pero veo una oportunidad", dijo Hinojosa. En el sector viñatero sí se animan a decir que seguirá la suba de precios. En la Asociación de Viñateros Independientes consideraron que en esta cosecha se obtendrán unos 1.100 millones de litros de vinos, con lo cual faltarán 250 millones de litros para lograr en 2021 las mismas exportaciones de vinos y consumo interno del año 2020. El año pasado se exportó vino por 395 millones de litros y hubo un consumo interno de 943 millones de litros, lo que da un consumo total de 1.338 millones de litros. Juan José Ramos, titular de la entidad, analizó en igual sentido que faltarán 25 mil toneladas de mosto para igualar la comercialización del año pasado, cuando se exportaron 123.254 toneladas, además de las 10.000 toneladas que ocupa el mercado interno. "Es de esperar que si se mantiene la exportación y como falta producto, los precios se sigan tonificando, y la cosecha que viene va tener precios mejores que ésta", vaticinó Ramos. Eso sí, admitió que las empresas van a ganar menos porque han tenido que pagar más valor por el kilo de uva este año. También consideró que Argentina se verá beneficiada por el desastre ocurrido en Francia y la baja de stocks a nivel mundial. Fernando Morales, presidente de la Cámara del mosto, consideró que este año el sector afronta un panorama mejor de lo que se esperaba inicialmente. y que se va a exportar alrededor de 90 mil toneladas, con precio a la suba respecto del año pasado. "Obviamente tenemos que convalidar en el precio de venta la suba de la materia prima que hemos tenido", dijo y añadió que en la primera etapa del año la venta será más lenta hasta que se agoten las existencia de mosto español. "Esperamos en agosto empezar a subir las ventas y a precios más altos que España", indicó. Con respecto al consumo interno, calculó que va a estar en alrededor de 15.000 a 20.000 toneladas. Desde el sector de bodegas trasladistas, Angel Leotta opinó que de no mediar algún factor que haga caer el nivel de las exportaciones y el consumo interno, "el precio no tiene por qué caer". Y respecto a la cosecha fustigó a sectores viñateros que crearon turbulencias en el mercado de precios porque alertaron sobre una fuerte merma en la cosecha, que finalmente no ocurrió. En el sector de bodegas fraccionadoras ven un panorama más sombrío. Dicen que al haber comprado uva al doble que el año pasado no podrán hacer promociones de vinos en el mercado interno, donde además la gente perdió más poder adquisitivo. Y en el mercado externo tendrán menor rentabilidad. Este escenario se plantea en un informe de Bodegas de Argentina (ver aparte), donde pertenece la Cámara Bodeguera de San Juan.
Un escenario sombrío, según un estudio de las bodegas
El Centro de Estudios Económicos de Bodegas de Argentina elaboró un informe donde analizó que paso en el 2020 y que puede pasar este año. Allí se destaca que el año pasado había excedentes vínicos de años anteriores y una elevada tasa de interés, por lo que las bodegas prefirieron bajar el precio al vino y venderlo antes que seguir pagando al banco.
Por otra parte, como tenían stock, apelaron al precio como atractivo para sostener las ventas, que crecieron en volumen, pero a un valor mucho más bajo, lo que hizo que cayera la facturación, ya que el incremento de litros vendidos no fue suficiente como para compensar el descenso de precios. Este año los precios de la materia prima se duplicaron en términos reales, por lo que no podrán seguir haciendo promociones tan fuertes, del tipo 2×1 como sucedió en el 2020.
Javier Merino, a cargo del Centro de Estudios mencionado; señaló además la incidencia de la pérdida del poder adquisitivo en el consumo interno. Dijo que el año pasado la caída del salario real se ubicó entre el 5 y el 10%, según la medición que se realice, y la tasa de desempleo se incrementó, con lo que la masa de ingresos cayó y todo apunta a que volverá a suceder en 2021. ""Si ante esto, las bodegas ya no pueden implementar políticas de venta tan agresivas, es de esperar que los balances de las compañías empeoren", pronosticó.
Por otra parte, el estudio indica que el mercado externo tampoco ofrecerá una solución para la industria vitivinícola, porque el ministro de Economía de la Nación ya ha anunciado que no permitirán que el tipo de cambio aumente para evitar que arrastre en su suba a la inflación. Es decir que, aunque las bodegas facturen el mismo monto en dólares, perderán rentabilidad frente al aumento sostenido de los costos.