En un deseo de progresar en el diseño ecológico de sus envases, la cooperativa Rhonéa Vignobles ha optado desde principios de año por un modelo sintético y biodegradable y 100% sustentable.
Después de trabajar con impresoras certificadas PEFC ( Programa de Reconocimiento de Certificación Forestal), el uso de pegamento natural para sus etiquetas y el diseño de botellas grabadas más livianas, la cooperativa continúa con innovaciones optimizando nuevamente el empaque con el uso de tapón duradero.
Los tapones Nomacorc SmartGreen, de Vinventions, están hechos de materias primas sostenibles, renovables, reciclables y de base biológica: en este caso, derivados de la caña de azúcar. Estas tapas se distinguen por la huella de carbono más baja del mercado. Su fabricación garantiza un vino sin riesgo de TCA o defectos. Su diseño único le da al vino un suministro de oxígeno homogéneo y controlado para un envejecimiento óptimo.
El nuevo tapón cumple con compromisos ecológicos al tiempo que preserva y garantiza la calidad de los vinos. No hay un costo adicional significativo al final de este proyecto: esta categoría de cierre ahora está alineada con los precios del mercado. El Nomacorc Smartgreen acaba de sellar la cosecha 2018 en Rhonéa por casi 2 millones de botellas, o el 30% de los vinos comercializados, principalmente para DOP como côtes-du-Rhône, Ventoux, IGP Vaucluse y para los vinos sin sulfitos añadidos.
Y la presión se ha extendido hacia un tapón un poco más sustentable ya que, Vinventions trabajara en investigación y desarrollo sobre la posibilidad de realizar este tipo de tapado a partir de orujo de uva para reemplazar la caña de azúcar lo que provocaría una doble ganancia posible: un abastecimiento local y un paso más en la economía circular.
> BAJANDO EL ALCOHOL
Siguiendo con las últimas innovaciones, una startup española crea una sorprendente máquina que reduce el alcohol de cualquier vino sin perder su calidades. Una startup es una empresa de nueva creación que comercializa productos y/o servicios a través del uso intensivo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC’s), con un modelo de negocio escalable el cual le permite un crecimiento rápido y sostenido en el tiempo.
La máquina permite reducir el contenido de alcohol hasta la graduación deseada de cualquier vino en solo 5 minutos. También permite eliminar los sulfitos.
La startup española Alacarte Ventures acaba de presentar una revolucionaria máquina capaz de disminuir el contenido alcohólico de cualquier vino. Tiene un tamaño similar a un pequeño horno y logra reducir el alcohol de un vino de 14 a 8 grados en cinco minutos.
Su creador, el químico Pere Castells, que trabajó durante más de diez años en El Bulli e impartió clases en la Universidad de Harvard, desarrolló la idea de esta máquina al constatar la necesidad de un consumo con menor graduación mientras trabajaba en el restaurante de Ferran Adriá.
Castell se encuentra estos días de gira por Estados Unidos presentando su máquina a inversores con la idea de poder fabricar las primeras 1.000 unidades que saldrían a la venta a un precio aproximado de 3000 euros e iría destinado inicialmente al sector hostelero con la intención de que los clientes puedan elegir vinos con menos alcohol.
La máquina de Alacarte hace uso de una tecnología médica, similar a la que se emplea en diálisis. El secreto de esta máquina es un innovador sistema que separa el alcohol del vino por medio de membranas y lo diluye en agua para luego volver a recomponerlo.
A diferencia de otros procesos industriales para desalcoholizar el vino, esta nueva máquina permite mantener toda la calidad del vino, debido a que el vino no sufre ningún proceso agresivo y no se altera su composición, y con un sabor final fiel al original.
En procedimiento es muy sencillo, tan solo hay que acoplar una botella de vino a la máquina, introducir en un depósito agua del grifo, introducir la graduación que figura en la etiqueta del vino y la graduación final deseada. En solo un momento, de tres a doce minutos, dependiendo de los grados a reducir, la botella estará lista para ser consumida.
Como es lógico, al perder alcohol el vino también tendrá muchas menos calorías, recordemos que la mayoría del aporte energético del vino proviene del alcohol. En este sentido, el dispositivo informa de las calorías que se eliminarán del vino haciéndolo más "light".
Además, a la máquina se le puede añadir un filtro que permite eliminar los sulfitos. Una opción especialmente indicada para las personas que sufren intolerancias o reacciones alérgicas.
Con todo, el prototipo inicial aún tiene sus limitaciones y, por el momento, solo permite desalcoholizar vinos tranquilos, debido a que los espumosos pierden su gas en el proceso.