En el primer trimestre del año se registró una merma del 9,2% en los despachos de vino al mercado interno frente al mismo período del 2020 y en el sector advierten que se debe al fuerte incremento del precio del vino que, en el caso de la cajita en la góndola de un supermercado, tuvo una suba del orden del 295%, es decir que casi se cuadruplicó el monto, porque el año pasado, para esta época, costaba unos 38 pesos y ahora el valor trepó a casi los 150 pesos. Con esta situación se consolida un fenómeno que se venía dando desde principios de año, porque por ejemplo en marzo la caída de los despachos en el mercado interno fue del 12%, según los datos aportados por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV).

Durante la pandemia parece que los consumidores recuperaron el hábito de tomar vino. 

Estos números contrastan con lo que había ocurrido en el 2020, que cerró con un repunte en el consumo de vinos en el mercado interno del 6,5% respecto del 2019, lo que representó 57 millones de litros más que el año anterior. Sin embargo, cabe destacar que en los 12 meses del año pasado se vendieron 943 millones, lo que marcó el volumen más alto de los últimos 5 años. Estos datos se desprenden del laboratorio estadístico del INV.

Pero ahora el panorama cambió y en el sector lo atribuyen al fuerte incremento que tuvo el vino, motivado en la caída de los stocks vínicos. Otro factor que mencionan las fuentes consultadas es que también en la población hay una fuerte caída del poder adquisitivo, impulsada por ejemplo por la presión inflacionaria.

Pablo Martín, referente de la Mesa Vitícola, dijo que "el aumento se debe a que al no haber stocks suficientes de vino en el mercado el precio ha tenido una tendencia a subir". El otro factor que mencionó el dirigente fue que también hay que tener en cuenta que el bolsillo de los argentinos se ha resentido y el dinero no le alcanza a mucha gente".

Mario Pulenta, por ejemplo, desde la Cámara de Bodegueros, explicó que "el aumento del precio del vino está motivado por los incrementos sostenidos en los insumos como botellas, corchos, cartón, sumados a la suba del precio de la uva y el vino de traslado". Y para que la situación se revierta sostuvo que dependerá "del poder adquisitivo del consumidor".

La franja de los vinos espumantes tuvo una suba en el mercado en lo que va del 2021.

Como parte tener en cuenta otros valores del precio del vino, siempre teniendo en cuenta que son precios promedio que se pueden observar en le góndola de cualquier supermercado, una botella de un varietal que el año pasado costaba unos 90 pesos ahora trepó a los 250 pesos, es decir que la suba fue del 178%. En el caso del botellón del vino, que se trata de bivarietales, en el 2020 para esta época costaba unos 60 pesos y ahora cuenta unos 180 pesos.

Desde la Cámara de Productores Vitícolas, José Catuco Molina manifestó que "en mi percepción la caída en el consumo de debe al incremento del costo de vida, que ha impactado en el poder adquisitivo de la gente. Pero no es que la gente haya perdido el hábito del consumo porque también hay una baja en la venta de otras bebidas, como la cervezas y las gaseosas".

En cuanto a los envases, el botellón ha perdido un 12% en lo que va de 2021 y la botella de 750 cc creció un 6,2%.

 

En el 2020

6,5  Fue el porcentaje de incremento de los despachos de vino al mercado interno durante el año pasado. Fue un valor impulsado por un cambio de hábito en la gente, que se volcó al consumo en la mesa del hogar porque con la pandemia habían cerrado los bares y los restaurantes.

Situación

Así como en 2020 el vino de color tuvo un crecimiento de 9,2% y el blanco una caída de 2,3%, en el primer trimestre de 2021 el comportamiento ha sido inverso: los despachos de vino de color al mercado interno se redujeron un 15%, al tiempo que los de blanco aumentaron 11%.

 

  • También hay caída en exportaciones

También en el mercado externo hay noticias negativas y es porque Argentina exportó, en los cuatro primeros meses de 2021, 111,3 millones de litros de vino, es decir que se registró una baja del 23,2% con respecto al mismo período del año anterior, según los datos proporcionados por el INV. En el sector lo atribuyen a la caída de los stocks vínicos que se registran este año.

Estas cifras suponen que se exportaron 33,7 millones de litros menos con respecto al mismo período del año 2020. De los 111,3 millones de litros de vino exportados, 67,4 millones (60,6%) corresponden a vinos fraccionados (+13,8%) y 43,9 millones (39,4%) son vinos a granel (-48,8%). Se exportaron 84 millones (75,5%) de litros de vinos varietales (+12,1%), 26,4 millones (23,7%) de litros de vinos sin mención varietal (-61,8%) y 0,9 millones (0,8%) de litros de espumosos (+4,5%).

En cuanto a las exportaciones de mosto concentrado en lo que va del año ascienden a 29.006 toneladas, un 24,5% menos con respecto al mismo período del año anterior.

Las cifras de este año contrastan con lo que había sucedido el año pasado, porque en el 2020 crecieron las exportaciones de vinos porque habían ganado en competitividad. Según el ente rector del vino el año pasado se enviaron al exterior en los doce meses 395,6 millones de litros de vino, con un crecimiento del 26,7% sobre las remesas del 2019. Y en el sector lo atribuyeron a que se debió al buen equilibrio entre calidad y precio, es decir que se ganó en competitividad.

Las cifras suponen que se exportaron 83,3 millones de litros más con respecto al mismo período del año 2019. Y de la cifra, 202,2 millones (51,1%) correspondieron a vinos fraccionados (5,6%) y 193,3 millones (48,9%) fueron vinos a granel (60,1%).

Estados Unidos, Reino Unido, Brasil, Canadá y China fueron los principales mercados a los que llegaron los vinos argentinos. Pero, para este año, las cifras disponibles no permiten anticipan tan buen año como el 2020.

En abril de este año, comparado con el mismo mes del 2020, hubo una recuperación del 5,3%, pero en el cuatrimestre el resultado ha sido negativo. Habrá que ver qué pasa en el futuro.