Si organizar un casamiento ya tiene sus altos costos -empujados en este último tiempo también por la inflación-, elegir las alianzas para la boda se convirtió en toda una odisea, porque a consecuencia de la suba internacional del precio de la onza de oro (ver recuadro), los novios se las deben ingeniar para comprar anillos a un precio razonable: Eligen los más finitos y de menor cantidad de metal: Las joyerías dicen que antes vendían los que pesaban 10 gramos, y ahora los únicos que salen los de 4 gramos o menos, lo que obliga a los comercios a traer piezas más chicas. Los anillos para comunión o cumpleaños de 15, también están caros y dicen que "salen poco y nada".
Esther, encargada de compras de la joyería Bofinger, explicó que "tratamos de mantener el mismo stock que antes pero elegimos traer anillos y alianzas de oro más livianas, porque de otra manera es caro para nosotros y para el cliente. La gente se acostumbró a que en la época de Menem, cuando además la onza de oro tenía precios irrisorios comparado con los de ahora, compraba joyas de oro como si fuera una bijou", precisó.
Los joyeros consultados por este diario aseguraron que los clientes se sorprenden cuando les dicen el precio y ven que es un anillo de oro muy fino: Las alianzas de oro 18 kilates -la tradicional y más elegida por los novios- rondan entre los 780 y 2000 pesos, dependiendo del gramaje de las piezas. Pero algunas parejas optan por anillos que son de fundición de oro y plata, porque son más económicos: cuestan entre los 250 y 350 pesos, con la ventaja que tienen un cuerpo más apreciable y atractivo a la vista. En el caso de anillos para quinceañeras o de comunión, los precios se acomodan entre los 400 y 700 pesos.
"Los joyeros traemos mercadería y evaluando las ventas, en muchos casos apuntamos a anillos de poco gramaje, que en definitiva son los que más salen porque son más accesibles para nuestros clientes. El precio del oro está elevado y varía bastante. Para que la gente se dé una idea, un año atrás la onza de oro cotizaba a 700 dólares, mientras que ahora está a más de 1.300", explicó la joyera Ana Allende.
En las joyerías parecen resignarse a vender aquellas alhajas clásicas: alianzas de compromiso, anillos de 15 y cadenitas con dijes pequeños, que suelen no ser de oro. Mientras que aquellas piezas de mayor valor confeccionadas en oro casi que no las traen por su costo altísimo precio y porque la inseguridad no brinda garantías para usarlas cotidianamente. "Se vende menos porque el oro está caro pero también porque salís a la calle con un anillo ostentoso y te lo pueden robar, además de hacerte pasar un mal momento", comentó Eduardo Grossi, propietario de la joyería que lleva su nombre. Desde El Regulador, Ruffa dijo que "en realidad poco se mueve el mundo de las alhajas de oro, esto porque el precio está elevadísimo y la gente por lo general compra cosas chicas y livianas, porque sino se tiene que resignar a no llevar nada".

