Uno de los momentos de exposición que tuvo ayer la audiencia pública celebrada en el Inpres. Concurrieron empresarios, productores y cámaras además de los cuerpos técnicos del EPRE y Energía San Juan.

 

De acuerdo a los transcendidos que el propio presidente del EPRE, Jorge Rivera Prudencio, había difundido el día anterior, en la distribuidora Energía San Juan sabían que el aumento que se les iba a aplicar sería bajo; pero nunca imaginaron tanto.

Ayer al término de la audiencia pública surgió que el incremento para las redes de distribución rondará el 0,11 por ciento, según consideró en esta oportunidad el EPRE. La cifra, buena para los usuarios que verán un aumento imperceptible a partir de los consumos eléctricos del 22 de julio próximo, está sin embargo a años luz del 26% de aumento en el semestre que calculó la distribuidora en todos sus costos.

Con la devaluación y suba del dólar en mayo pasado solamente, en la empresa esperaban más, mucho más; y el aumento que será tan magro generó una airada reacción de la compañía: sus voceros advirtieron ayer en la audiencia que si no reciben los ingresos necesarios a cambio de brindar el servicio eléctrico en la provincia, con ajustes acordes al aumento inflacionario que se ha producido en el país, no llegarán a fin de año. Incluso algunas fuentes calificadas anticiparon que se analizará la posibilidad de llevar a juicio la controversia. Claro que eso lo tendrán que decidir los accionistas españoles de la distribuidora, la eléctrica Gas Natural Fenosa, que en 2014 compraron la firma local a los chilenos de Compañía General de Electricidad (CGE) por unos 3.200 millones de dólares.

Por el momento, lo único que dicen los voceros de la empresa en voz alta es que enviarán ""un pormenorizado informe" de lo sucedido ayer en la audiencia pública.

""Se pone a los intereses de la distribuidora en la posición más desventajosa. Si se aplica un incremento tarifario tan bajo cuando los costos se han ido al 26% esto torna a la empresa inviable", anticiparon representantes de Energía San Juan ante productores, empresarios y referentes del quehacer económico que asistieron ayer a la audiencia pública. Rivera Prudencio por su parte insistió con sus argumentos y reclamó que los inversores ""traigan plata" para resistir el ventarrón.

La de ayer fue la Quinta Revisión Tarifaria Extraordinaria del quinquenio 2016/2021 y aunque todos esperaban que iba a producir un "tarifazo" por las actuales condiciones económicas se perfila a ser recordada como la que menos incremento tendrá. Al menos ya fue superada por las resoluciones de incrementos anteriores (ver recuadro). Para lograr tirar abajo el aumento el equipo técnico del EPRE halló dos mecanismos. Uno fue que encontró que la transportista Distrocuyo implementó un cambio técnico para medir la demanda que indujo a error, a calcular una demanda esperada menor cuando en realidad no lo era. Eso causó que se estuviera cobrando de más en las facturas a los usuarios y ahora había que descontarlo con intereses. Otro aspecto que le impondrá el EPRE a Energía San Juan es la normativa nacional que desde el año pasado permite a las empresas indexar por inflación sus balances. Antes, como no lo podían hacer, las firmas descontaban una depreciación menor de sus activos y se le debía considerar una valuación mayor para el cálculo tarifario, que iba en detrimento del usuario. Ahora eso se elimina y permite reducir la tarifa, según EPRE.

 

Aumentos anteriores

El 21 diciembre de 2017 el aumento de tarifa dispuesto en la cuarta Revisión Tarifaria Extraordinaria del quinquenio 2016/2021 fue del 5% promedio. Antes, el 2 de septiembre de ese mismo año ya se había aplicado una suba del 1,5%, mientras que el 28 de abril de 2017 se aplicó un incremento del 4,2% en promedio. En diciembre de 2016 correspondió hacer una primera audiencia, pero el Gobierno provincial, para aplacar los efectos del tarifazo nacional, absorbió los costos y no cobró las subas a los usuarios.