El rumor venía sonando desde hace días, pero fue el ministro de Agricultura de la Nación, Julián Domínguez, cuando en su discurso del lunes por la tarde en la presentación del Proviar II, un programa de créditos para el sector vitivinícola, habló de "cambios en la vicepresidencia del INV". Y el que suena para reemplazar a Hugo Carmona y sólo falta una firma es el exministro Andrés Díaz Cano, quien viene de dejar el puesto en diciembre pasado de titular de la cartera de la Producción de San Juan.
La vicepresidencia del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) es un cargo clave y desde la creación del puesto viene siendo ocupado por un sanjuanino, mientras que la presidencia es para un hombre de Mendoza, que es la principal provincia vitivinícola del país. Además de controlar la industria del vino, ahora el organismo pasará a tener un papel decisivo en el manejo de los recursos del BID, nada menos que U$S 40 millones para el sector, desplazando incluso a la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), que se había anotado para la tarea (ver aparte).
El camino para designar al vicepresidente del INV incluye la consulta al gobernador Sergio Uñac, quien le hace la propuesta al ministro de Agricultura de turno, en este caso Julián Domínguez. Pero el decreto de la designación deberá llevar la firma del presidente Alberto Fernández, que es la rúbrica que falta y que, según fuentes oficiales, es sólo cuestión de tiempo para que se concrete.
En el entorno de Díaz Cano dijeron que todavía no le ha llegado la propuesta formal, pero que desde que dejó el ministerio le apunta al puesto.
La vicepresidencia del INV fue creada en el 2003, a instancias del entonces gobernador José Luis Gioja. El primero en ocuparla y por 12 años, fue Héctor "Pampero" Voena. Fue reemplazado en los últimos cuatro por Marcelo Alós, que fue después nombrado al frente de la Secretaría de Bioeconomía del Ministerio de Agricultura de la Nación, cargo que ocupó hasta poco tiempo después de que Domínguez fuera nombrado ministro de Agricultura de la Nación.
En el caso de Carmona llegó al puesto en enero del 2020, a propuesta del gobernador Uñac y de la venia del ministro Díaz Cano y con el respaldo de las principales entidades vitivinícolas de la provincia.
Es un ingeniero agrónomo con una larga trayectoria en la delegación local del organismo rector del vino, donde trabajó como inspector desde 1989, y era el encargado de hacer las estimaciones de cosecha en la provincia. Confeso peronista, el profesional también tiene una nutrida trayectoria como periodista agrario, incluso en el Suplemento Verde en DIARIO de CUYO.
Díaz Cano, que suena para reemplazarlo, estuvo como ministro de la Producción desde que Uñac llegó a la Gobernación en el 2015. Antes había integrado los equipos del mandatario cuando estuvo al frente de la Municipalidad de Pocito.
De confirmarse la designación, a Díaz Cano le tocará acompañar en la conducción del INV a Martín Hinojosa, un joven bodeguero y dirigente peronista, que fue secretario de Gobierno de Tunuyán. Había sido propuesto por la senadora y excandidata a gobernadora de Mendoza, Anabel Fernández Sagasti.
Los movimientos en el ente rector del vino se dan en un año muy particular porque la actividad viene de un muy buen año de exportaciones, pero con graves problemas para la actual vendimia por la incidencia del clima y de la crisis hídrica que afecta la región.
Según las estimaciones del INV para la cosecha 2022 en todo el país se prevé que se recolectarán 19,4 millones de quintales de uva, la cifra es un 13% inferior a la del año pasado, es decir que habrá 2,78 millones de quintales menos, y representa la cantidad más baja de los últimos 5 años.
REPARTO
8 Es la cantidad de millones de dólares que se calcula que le tocarán a San Juan del plan Proviar II, que se nutre con una partida de 40 millones de dólares del BID.
Apoyo para el agro local
El lunes se avanzó con la puesta en marcha de una nueva instancia del Programa de Apoyo a Pequeños Productores Vitivinícolas (Proviar), segunda etapa, que prevé un desembolso de U$S 40 millones de recursos de la entidad financiera internacional, de los cuales a San Juan se estima que le tocarán unos U$S 8 millones, según calculan en el Gobierno sanjuanino. Esta etapa tendrá, entre los ejes centrales, el arraigo de los jóvenes en el campo y la crisis hídrica que a esta altura afecta a buena parte del país. Ahora vendrán 4 meses de consultas y revisión del plan, y al término se determinarán los sectores que serán beneficiados.
Para eso llegaron a San Juan integrantes de una misión técnica del BID, que recorrerán fincas y establecimientos elaboradores y mantendrán reuniones con productores de San Juan, como ya lo han hecho en Mendoza y otras provincias vitivinícolas, para determinar las necesidades. Un porcentaje irá al sector primario y otro al industrial.