La canasta básica aumentó en enero 3,7%, por lo que una familia tipo necesitó un ingreso mensual de $26.442 para no caer bajo la línea de la pobreza. El incremento del primer mes del año fue superior al de la inflación, que había sido de 2,9%.

 

De acuerdo a los datos publicados este jueves por el Indec, la Canasta Básica Total, que incluye alimentos y otros insumos como educación, vestimenta o transporte se incrementó en los últimos doce meses un 55,8%. En ese mismo lapso la inflación había sido de 49,3%, por lo que la brecha fue de unos seis puntos porcentuales.

 

 

 

Por otra parte, de acuerdo al organismo estadístico, la línea de indigencia también aumentó 3,7%. De esa forma, una pareja con dos hijos requirió ingresos por $10.557 para no ser considerada indigente. Para una persona, la canasta básica alimentaria fue de $3.423.

 

A lo largo del último, las líneas de indigencia y de pobreza avanzaron a ritmos similares con la tendencia general de los precios. Los valores de las canastas básicas tuvieron su mes de mayor incremento en septiembre, justo en el mes en que el IPC llegó a su pico de 2018, con 6,5%. En esa ocasión la CBA aumentó 8,7% mensual y la CBT un 8,1%.

 

En diciembre ambos indicadores aumentaron levemente (0,7% la línea de indigencia y 1,1% la de pobreza), pero en enero, la reaceleración de la inflación impactó de lleno en el costo de vida.

 

La canasta alimentaria y la total definen la variación que tendrán los indicadores de pobreza e indigencia en el país. Cuanto más alta sea la brecha entre el aumento de los salarios y el encarecimiento de las canastas mayor impacto tendrá en la cantidad de pobres e indigentes. En marzo el Indec publicará los números finales de 2018, en el que se espera un incremento, producto de la caída del poder de compra del salario.