Cualquier vecino de la provincia ya tiene a su servicio un centro de tratamiento al que bien sea el municipio o una empresa privada, según se trate, tiene la obligación de llevar todos los desechos que genera. Esto, porque el viernes, en Sarmiento, quedó en funcionamiento la novena y última planta de procesamiento de basura que hacía falta para cubrir todo el territorio sanjuanino. En total, el sistema ocupa a unos 350 operarios en todo San Juan.
La primera planta en la provincia fue inaugurada en abril de 2011, en Rivadavia, para atender las necesidades de los departamentos del Gran San Juan, más Pocito, Ullum y Zonda. Y la de Sarmiento es la última, con una inversión de unos 12 millones de pesos y en condiciones de procesar 400 toneladas de desechos por mes, con una planta de 15 operarios.
Raúl Tello, secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable, dijo que San Juan es la primera en Latinoamérica en lograr que todos sus habitantes cuenten con el beneficio.
Cada planta está en condiciones de clasificar y separar todos los materiales recuperables, como vidrio, plásticos y cartón, que quedan en condiciones de ser comercializados. Y con la materia orgánica se puede producir compost. Es un abono natural que proviene de la descomposición de los residuos y sirve para mejorar la tierra del jardín.
Además de la de Rivadavia, las otras 8 plantas se ubican en Caucete, que atiende a ese departamento, 25 de Mayo y 9 de Julio; la de San Martín cubre ese distrito y Angaco; en Albardón hay un punto de transbordo que envía residuos a Rivadavia; y las otras están en Jáchal, Iglesia, Calingasta, Valle Fértil y Sarmiento.
Según Tello, las próximas etapas del plan provincial comprenderán que cada municipio haga una recolección diferenciada de la basura, es decir con separación de los artículos orgánicos e inorgánicos, y después que la clasificación la haga cada vecino. Y la gran apuesta del Gobierno sanjuanino es la terminación del Ecoparque Anchipurac (ver aparte).
El funcionario sostuvo que uno de sus mayores orgullos es haber conseguido que “al menos unas 500 familias hayan dejado la indignidad del cirujeo”.
Junto con la planta de Sarmiento está avanzado el proyecto para producir energía eléctrica a partir de los gases de combustión producidos por la incineración de basura orgánica. Se trata de una apuesta en la que participan el INTI, la empresa EPSE, la Secretaría de Ambiente y el Ministerio de Ciencia y Tecnología de San Juan. Es lo que se conoce como el proyecto VERSU (Valoración Energética de Residuos Sólidos Urbanos), que cuenta con el financiamiento del Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación.

