La Secretaría de Agua y Energía y la Dirección de Hidráulica tienen nuevas autoridades y, apenas asumieron, empezaron las reuniones con los regantes, con los que deberán trabajar semanalmente en la gestión hídrica. La relación empezó con diálogo, pero con prioridades que resultan distintas: mientras los regantes quieren un verano sin cortas y hasta están pidiendo aumentar la cantidad de agua que se envía por los canales, los flamantes funcionarios ya aclararon que seguirán priorizando la eficiencia y la seguridad de los embalses. Todo dependerá de cómo lean los técnicos de la Dirección los números de cuánta agua trae el río San Juan, ya que, según productores, hay una mejora sustancial en el caudal con respecto a lo que se esperaba, pero esto no está tan claro para la nueva dirigencia.
El director de Hidráulica, Luis Kulichevsky, empezó a trabajar con el Consejo de Hidráulica desde su primera semana, pero el pasado martes 19 fue la primera vez que llevó a cabo un encuentro ampliado con productores, el que incluyó al secretario de Agua y Energía, David Devia, y a presidentes de las Juntas de Riego. En la reunión, hubo planteos de parte de los empresarios sobre qué esperaban de esta nueva gestión. Algunos de esos pedidos ya habían sido expresados por cámaras empresariales, tal como lo hizo en su reunión de fin de año la Mesa Vitícola, que dirige Pablo Martín. Este productor aseguró que entre los pedidos que trasladaron está que no haya cortas en el riego en lo que queda de temporada, ya que afirmó que no es necesario porque el río trae más caudal del esperado.
Devia, en diálogo con este medio, puso paños fríos sobre ese dato. Destacó que el equipo técnico está trabajando en el detalle de la información y, si bien dijo que hubo días con más caudal por deshielo del que se esperaba en un principio, todavía no saben si marcará una diferencia en el armado del cronograma de riego. "Hay una pequeña diferencia, pero restan hacer análisis estadísticos porque, si bien la gente dice ‘el río está trayendo más agua’, tenemos que ver si es significativo a nivel global", explicó. Una vez que puedan determinar esto, el funcionario agregó que empezarán a trabajar en dar más y mejor información a los regantes para avanzar con el diálogo en la temporada. Pero, aclaró que seguirán la línea de trabajo de no poner en riesgo las estructuras sacando más agua de los embalses de lo recomendable.
En este punto, podría haber otro cruce de posturas, como ya las hubo en la gestión que terminó sus funciones el 9 de diciembre. Es que mientras los productores siguen pidiendo que se respete "el manual de usuario" de las presas o los valores mínimos indicados en los informes de impacto ambiental de sus construcciones, el Comité de Seguridad de Presas de la provincia modificó las recomendaciones de mínimos de seguridad porque aseguró que hubo desgaste en las presas. Para Devia, poner en riesgo las obras "y las vidas humanas que están aguas abajo" no es una opción, aunque reiteró que intentarán dialogar en base a más información. "Vamos a volver a hablar con los técnicos, determinar estas cotas de seguridad y las comunicaremos a regantes y a toda la sociedad para que haya conciencia sobre el tema. Si tenemos que hacer 30 reuniones sobre el tema, las haremos", agregó.
La postura de la flamante dirigencia podría dejar afuera otro pedido que, sorpresivamente, sumaron los productores: el de aumentar el coeficiente de riego para que, en cada día de riego, haya más agua por los canales. Pablo Martín dijo que están entregando un tercio de lo habitual y cada día de riego rinde en la misma proporción. El coeficiente normal superaba los 100 metros cúbicos por segundo y, en la actualidad, le aportan al sistema 38 metros cúbicos. Desde que inició el periodo de sequía extrema, mantuvieron ese valor menor, pero ahora solicitaron que lo aumenten si el río efectivamente trae más agua. Pero, incluso, si hay un caudal extra, este sería con respecto a lo pronosticado para este año, considerado extremadamente seco, y no a la media histórica. A esto se le incorpora el dato de que, de los tres embalses, solamente Punta Negra alcanza el mínimo de seguridad.