Una de las grandes discusiones que hay en la actualidad es si hay que aumentar o no en el país las regalías mineras, es decir lo que le pagan las empresas al Estado por extraer recursos no renovables. Este gravamen no es igual en ninguno de los principales países mineros del mundo: Hay algunos que cobran más y otros que cobran menos, con matices respecto a la base imponible que se tiene en cuenta para fijar el monto a pagar. Por ejemplo, Argentina cobra sobre el valor boca mina y Bolivia lo hace sobre el valor bruto de venta del mineral. El primero es cuando al precio de venta del mineral se le descuentan los costos de producción y el segundo, el monto de comercialización sin ninguna deducción.
En el debate se ha tendido a comparar las regalías de Argentina con las que se cobran en el resto del mundo. Para tener una referencia real, la Cámara Minera de San Juan le encargó un estudio a la consultora Arthur D Little sobre cuánto y cómo cobran regalías los principales países productores de minerales (ver info).
El informe da cuenta de los más diversos mecanismos. Las alícuotas varían entre sí, pero la diferencia más importante y con mayor impacto en el monto a percibir por parte del Estado es la base imponible sobre la que se calcula el porcentaje de las regalías.
En Argentina, el gravamen está reglado por una ley nacional que dice que se puede cobrar hasta el 3 por ciento y que ese porcentaje se tiene que aplicar sobre el valor boca mina. Es decir, sobre el monto que surge del precio al que la empresa vende el metal, menos los costos de producción (Ver pag. 5).
Bolivia utiliza un esquema sensiblemente distinto. Percibe regalías en función del valor bruto de venta, lo que implica que no descuenta ningún costo del precio de venta. Y las alícuotas que aplica van del 4 al 7.
Perú y Chile cobran sobre el valor neto -no bruto- de venta. Significa que al precio de comercialización se le deducen algunos costos, como impuestos indirectos, transporte, tratamiento, seguros, etc. El Estado peruano aplica entre el 1 y el 3 por ciento de acuerdo al valor de las ventas y el chileno cobra entre el 1 y el 5 dependiendo de las toneladas vendidas. Según el presidente de la Cámara Minera, Ricardo Martínez, en la práctica utilizan el mismo mecanismo que Argentina, ya que el valor neto de venta es prácticamente igual al valor boca mina.
De los sudamericanos, según el estudio, Venezuela es el único que usa un sistema mixto. La base de referencia para el oro es la cotización en el mercado londinense, en el caso del carbón, el cobre y las calizas es el valor boca mina y para los diamantes se calcula en función del precio de comercialización. Las alícuotas están entre el 4 y el 7 por ciento, según el mineral.
En otras partes del mundo se repite la diversidad, hasta dentro de un mismo país. Es el ejemplo de Australia, en donde cada Estado tiene su propio mecanismo para percibir regalías mineras. Hay casos en que cobran por el valor boca mina, otros por el valor bruto de venta y hasta algunos con sistema mixto.
En Australia Occidental se rigen por el valor de venta y las alícuotas van desde el 2,5 al 7,5 por ciento -ésta última para el oro-. En Australia del Sur, la base imponible es el valor boca mina y la tasa del 2,5 por ciento.
Otro caso parecido es Canadá, en donde hay una marcada diversidad entre sus Estados. El método más común es el de aplicar la alícuota sobre las utilidades totales de la empresa o sobre los ingresos, menos los costos operativos. Los porcentajes van desde el 5 al 17.
De los países incluidos en el informe, Sudáfrica es el único que no cobra regalías, a pesar de ser uno de los principales productores del mundo. Sin embargo, actualmente hay en debate un proyecto para empezarlas a aplicar.
