Un sondeo realizado por cámaras y entidades empresarias sanjuaninas reveló que existe un rechazo a que se convierta en una imposición incluir 50% de mujeres en el directorio cuando se vayan a constituir nuevas asociaciones civiles, sociedades anónimas y sociedades del Estado, entre otro tipo de entidades que deben inscribirse en la Inspección General de Justicia (IGJ). El organismo nacional lo estableció como un avance para reducir las brechas de desigualdad en el mundo del trabajo y de las empresas, pero en San Juan no cayó bien. Todos los consultados dijeron que los puestos empresariales se ocupan por mérito y no por sexo. La resolución rige en Buenos Aires y cada provincia tendrá que definir su aplicación. Adriana Martignone, al frente del Departamento Mujer de la Unión Industrial de San Juan fue categórica: "en lo personal, no comparto la idea de que las mujeres tenemos que ocupar lugares estratégicos en las empresas por imposición, prefiero pensar que ocupamos esos lugares en función del mérito y la capacidad". Si bien admitió que es necesario generar una transformación del sistema y establecer cupos femeninos es una manera de cambiar, no comparte que eso se traslade a las pymes. "Creo que por el contrario va a generar resistencia", dijo. La empresaria añadió que su postura la compartió con el resto de integrantes del departamento y hubo amplia coincidencia. "Pensamos que lejos de enaltecer el rol de la mujer nos están desmereciendo en lo que realmente somos. Preferimos pensar de que se incentive a las empresas a lograr este objetivo premiando por medio de programas a las pymes que en su composición tengan mujeres incluidas". En la Unión industrial no llevan estadísticas pero aseguran que en el área Mujer las empresas tienen entre el 50 y 100% de composición societaria femenina. En el rubro de la Construcción tampoco cayó bien la obligatoriedad. Emilce Valdivieso, que preside la Comisión Jóvenes de la Cámara Argentina de la Construcción, opinó que "no se trata de género sino de capacidad y resultados". La empresaria que dirige la constructora Valdivieso y Debandi, indicó que cuando uno "emprende un negocio está pensando en su desarrollo, crecimiento, no en temas de género". "Creo que desde la equidad debemos ganarnos los espacios por el mérito, no por una ley que lo exige. Imponer por la fuerza no tiene sentido. Las mujeres y los hombres deberíamos tener las mismas oportunidades, compartir los mismos espacios, pero no por obligación. Creo que hay que pensar en una sociedad más justa desde la base, y eso sería el resultado de una sociedad madura que no tome estos temas de esta manera", aseveró. El titular de la entidad, Ante Dumandzic, aseguró que no importa que sea hombre o mujer, "lo importante es que esté capacitado para dirigir el puesto que ocupe". Por su parte, Hugo Gorasnky, presidente de la Unión Industrial, consideró también que las mujeres ocupan los lugares por capacidad, no hace falta que se pongan cupos. "No necesitan las mujeres este tipo de normativa ni cupos se los ganan por derecho propio y por capacidad", dijo. Dino Minnozzi, desde la Federación Económica, dijo que con respecto al tema de los cupos femeninos el cree en la capacidad de las personas, más allá del sexo. "Pero no dejó de entender que la sociedad es machista y siempre a la mujer le ha costado mucho desenvolverse y progresar en la vida, no obstante, en lo referido específicamente a una empresa, el tema de cupo, si no es un tema de estímulo, de capacidad o de emprendedorismo, tiene otros aditamentos. ¿Qué pasa si una empresa tiene todo el directorio femenino?, van a obligar que sea la mitad y mitad?", se pregunto el directivo. Agregó que en las cuestiones de justicia legislativa, por la sensibilidad para la legislación considera que debe haber más diversidad. "Pero para las empresas, no tiene nada que ver si es hombre o mujer, o gay; es un tema de capacidad y de estímulo de cada empresario. El aspecto societario de las empresas no tiene nada que ver con el sexo, sino con el objetivo, el idealismo y el emprendedorismo", dijo y considero que si llega a ser obligatorio "se va a complicar en San Juan".

 

  • LA NORMA

A través de la Resolución 34/2020, la Inspección General de Justicia resolvió que las empresas públicas y privadas deberán incluir en su órgano de administración y de fiscalización, una composición que respete la diversidad de género, y estarán integradas al menos la mitad por mujeres. La norma apunta a que haya paridad de género a la hora de constituir asociaciones civiles, Sociedades Anónimas y Sociedades del Estado, entre otro tipo de entidades que deben inscribirse en este órgano. "Esta resolución implica un gran avance para reducir las brechas de desigualdad en el mundo del trabajo y de las empresas" aseguró al respecto la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, Elizabeth Gómez Alcorta. Según la norma, a partir de ahora las entidades mencionadas deberán estar integradas por la misma cantidad de mujeres que de varones.

 

Mujeres en la construcción

El mundo de la construcción en San Juan no tiene problemas de género. Sólo en la Cámara Argentina de la Construcción -cuya gerente es Cecilia Patiño- existen hoy unas 20 empresas dirigidas por mujeres, y el 19 de noviembre pasado (foto) se reunieron. Entre ellas están María G. Dumandzic, Verónica Menim, Emilce Valdivieso y sus dos hermanas, Alexandra Nacusi, Carla Foroni y hnas y Cecilia Monsalvo, entre otras.