Después de 15 años de que el Gobierno provincial le entregara la concesión del Hotel Termas Pismanta a una cooperativa de trabajadores que se desempeñaban en el establecimiento, ahora la decisión oficial es dar por concluida esa etapa y hacer una convocatoria para entregar el manejo del complejo a un nuevo interesado. La razón, según explicó la ministra de Turismo, Claudia Grynszpan, es que la cooperativa adeuda una suma abultada del pago del canon de explotación de las instalaciones y porque no se han efectuado las remodelaciones comprometidas. "No podemos dejar que el único hotel con aguas termales de la provincia se pierda", dijo ayer la funcionaria.

La concesión del hotel fue entregada en el 2006 a un grupo de los empleados nucleados en la Cooperativa Cacique Pismanta (ver aparte), pero sus integrantes no han venido cumpliendo con algunos de los requisitos que se les exigía. Por ejemplo el pago de un importe mensual por la explotación y la deuda viene, según la ministra, desde antes del inicio de la pandemia. Incluso hubo una refinanciación, pero tampoco la cooperativa pudo hacer frente al pago y ahora la deuda es importante, aunque no precisó la suma. Y el otro problema es que, además de ese pago, la entidad debía hacer una serie de innovaciones y remodelaciones para mejorar el servicio, pero tampoco lo cumplieron. Por el primer problema el Gobierno provincial, que es el dueño del establecimiento, mandó las actuaciones a la Fiscalía de Estado para el cobro. Y por el otro está interviniendo la Asesoría Letrada de Gobierno, por el incumplimiento del acuerdo firmado entre los miembros de la cooperativa y la Provincia. Por eso la ministra aclaró que "acá no se trata de la decisión de un funcionario, se trata de un proceso legal que está avanzando". Lo que sí aclaró es que "se tendrá especial cuidado con los trabajadores". Para la economía iglesiana se trata de una importante fuente laboral.

En realidad, el plazo de finalización de la concesión es octubre, pero la ministra Grynszpan no descartó que la revocación se haga antes y se adelante el llamado a un interesado en explotar el complejo termal ubicado en Iglesia, el único que hay hasta ahora en la provincia con más chances de volver a funcionar. Todavía no están definidas las características de la convocatoria ni por cuántos años será. Pero en el Gobierno confían en que habrá interesados, por supuesto para cuando se puedan superar los efectos de la pandemia, porque el turismo termal es un negocio que funciona en muchas partes del mundo. Sin ir más lejos, en Mendoza funcionan las Termas de Cacheuta, con un complejo abierto al público y un hotel con todas las comodidades para recibir a los visitantes.

La decisión tiene lugar en un momento complejo para la cooperativa porque, según fuentes del sector, hay división entre los trabajadores y no todos comparten el manejo que se ha venido haciendo de las instalaciones en los últimos meses. Pero no se pudo ubicar a nadie dispuesto a explicar la situación.

En ese sentido hay que decir que, como sucedió con todos los hoteles de la provincia, a excepción de unos pocos que pudieron trabajar con los sospechosos de haber contraído el covid-19, el de Pismanta tuvo que cerrar sus puertas en marzo del año pasado. Y recién a fines del 2020 la minera Barrick contrató el uso de parte del establecimiento con dos fines. El primero, testear a los trabajadores iglesianos antes de que suban a la mina Veladero y así frenar los contagios. Y también empezó a usar algunas habitaciones para alojar a sospechosos de haber contraído la enfermedad. Y actualmente esa tarea continúa.

También en el municipio de Iglesia están siguiendo de cerca la situación del establecimiento porque hay unos 30 trabajadores involucrados en esa operación. Incluso la ministra Grynszpan dijo que van a consultar con las autoridades municipales sobre los pasos a seguir.

Hasta ahora, el hotel de Pismanta es el único que está más cerca de volver a funcionar porque también hay un proyecto para reflotar el complejo termal de La Laja.

Llamado

Todavía no está definido si el llamado a un nuevo concesionario del complejo termal de Pismanta se hará a través de una licitación nacional o internacional. Es que no se descarta que pueda haber interesados de otros países en participar en un negocio que funciona en otras partes del mundo.

 

Historia con vaivenes

El Hotel Termas Pismanta fue inaugurado en 1950 con la finalidad de explotar las características particulares del recurso termal de la zona. En un principio tenía 14 habitaciones que disponían de piletas de inmersión privada, sala general de lecturas y un estar amplio que facilitaba la charla y escuchar música.

A lo largo de los años fue administrado por diferentes empresas pero, desde fines de los ochenta y hasta principios del 2000, fue conducido por la empresa Nogaró San Juan SA, cuyo contrato de concesión vencía en el 2004. Sin embargo, por la crisis del 2001 y el estancamiento de la economía, los trabajadores formaron una cooperativa para hacerse cargo del hotel y mantener sus fuertes laborales. Fue en julio del 2006, durante la gobernación de José Luis Gioja, cuando se les otorgó la concesión definitiva del establecimiento de la cooperativa. Esa concesión vence en octubre.