En Pocito: las plantaciones de ajos ya asoman en todo San Juan, como estas de calle 8 y San Miguel. En un par de meses comenzará la cosecha. 

 

Luego de un par de años en que esta hortaliza que supo vivir años de esplendor tocó fondo, por segunda temporada consecutiva la siembra de ajos vuelve a ser noticia en la provincia. Este año los agricultores sanjuaninos finalmente sembraron más de lo que pensaban, unas 1.500 hectáreas de ajo, es decir, un 50% más que el año pasado, la mayor área dedicada a esta hortaliza desde al menos 6 años. En esa cantidad de hectáreas coincidieron todas las fuentes consultadas, desde el Secretario de Agricultura, Ariel Lucero, hasta el titular de la Cámara de Ajeros, Alfredo Figueroa, además de otros productores locales. Esas 500 hectáreas adicionales se sumaron en los departamentos Pocito -la zona líder de esta hortaliza- pero además en Caucete, 25 de Mayo y Angaco principalmente. En Rawson, menos, porque allí en la época mala, de baja competitividad, los productores chicos abandonaron las fincas que se transformaron en loteos y barrios y ya no quedan muchas tierras de cultivo. 

Evolución

En el 2007 había en San Juan 2.800 ha de ajo exportable y a partir del 2008 comenzó a descender. Los productores dejaron de exportar al no poder asumir los altos costos de siembra con una paridad cambiaria adversa, de ahí que entre 2008 y 2015 la superficie se redujo un 71,4%. En 2014 y 2015 se sembraron 800 ha cada año, y 1.000 ha en 2016.

Una situación distinta vive Calingasta, otro polo de ajo de excelente calidad, que este año no vio incrementada su producción en general. La directora de Industria de ese departamento y productora, Marisol Sánchez, dijo que este año se han sembrado 196 hectáreas frente a las 210 del año pasado. ‘’La mayoría de los productores sembraron más pero este años hay dos grandes que se retiraron y no plantaron nada’’, explicó. Dijo que se desalentaron no porque el ajo no sea negocio sino porque en ese departamento cordillerano todo es más caro, el flete, los abonos y los agroquímicos. Agregó que el precio del ajo subió para el productor -antes recibía $15 por kilo y el año pasado pasó a un promedio de $22- pero el entusiasmo frenó las expectativas de aumentar la siembra ante el incremento del kilo de semillas a $40. En el Valle de Tulum cuesta menos, pero el productor Juan Marrelli coincidió en que por el encarecimiento de la semilla no se plantó más ahora que las condiciones macroeconómicas del país soplan con viento a favor, al menos para esta hortaliza. Es que apenas asumió Macri implementó medidas de paridad cambiaria y eliminó trabas para exportar como por ejemplo la eliminación de las retenciones, que le permitieron a este cultivo comenzar a recuperarse. ‘’Ahora se siembra más porque hay fe en que se podrá exportar y trabajar mejor’’, dijo Marrelli. No obstante opinó que para que el ajo vuelva a sus tiempos de gloria (una 2.800 ha en el 2008 – ver aparte) hace falta un reforma laboral que achique los impuestos que el productor paga al Estado por cada trabajador que contrata en libros. Figueroa agrega que también hace falta una ayuda oficial para abaratar el costo de los fletes al puerto, para llegar con precios más competitivos a los mercados internacionales. De las 1500 ha sembradas, un 10% se guardará para semilla, entre 25 a 30% será de ajo ‘tratado’ con frío para el consumo en mercado interno, y el 70 a 75% restante será para exportar. El ajo blanco viajará a Europa y Estados Unidos, y una variedad de ajo chino embarcará rumbo a Brasil. Juan Manrique, con galpón de empaque en Pocito, dijo que las perspectivas ‘nunca se saben’, aunque se esperanzó en que el mercado brasileño compre más al estabilizarse su economía. Figueroa y Marrelli dijeron que esperan un año ‘bueno’ como la campaña pasada, aunque advirtieron que esta temporada China amenaza con un hectareaje superior a la anterior.

Lo que viene

El mes próximo se comienza a cosechar el ajo destinado al mercado interno, luego, a fines de octubre arranca la temporada ‘fuerte’ que se extenderá hasta fin de año, para el ajo blanco o de color que se exporta. El mercado de color va a Brasil, el blanco a Europa y Estados Unidos. Esta campaña dicen que Taiwán demandará el ajo de calibre chico.

Voces del sector

JUAN MARRELLI – Productor

’El mes que viene comienza a salir el ajo chino, de variedad color, que el productor le da un golpe de frío especial en la cámara. Ese ajo se adelanta un mes por el frío que se le da, y anda muy bien en mercado interno.’

ALFREDO FIGUEROA – Presidente Cámara de Ajeros
 
’’Queremos hacer un poquito más de ajo cada año, pero hacen falta semillas. Calculamos que en un par de temporadas más vamos a estar nuevamente en las hectáreas que siempre hemos tenido, unas 2.800’.

JUAN MANRIQUE – Productor

A esta altura los cultivos de ajo vienen muy bien, y hay más hectáreas que el año pasado. Las perspectivas de negocios nunca se saben, porque en esto siempre dependemos de las producciones de afuera’.