El oro viene de un buen 2019, pero gracias al coronavirus en lo que va de 2020 ya gana 13% y aún puede dar mucho más dependiendo de la tasa de contagios. Está siendo negociado en niveles que no se veían desde febrero 2012 de u$s1.780 la onza superando los precios máximos de los últimos diez años incluso para meses estacionalmente bajos. O sea, cotiza al nivel más alto para un mes de junio históricamente débil para el oro. Por ello los analistas consideran esta señal como un buen momento para pensar en incorporar el metal a las carteras en anticipación de la apreciación estacional de los activos.
Sin embargo, hay otras variables que entran a tallar como, por ejemplo, el comportamiento del segundo mayor comprador de oro del mundo detrás de China, la India, y por supuesto el Covid-19. Claro que algunos expertos como Frank Holmes, CEO de US Global Investors, advierten que ya se gestó una “tormenta perfecta” para que el oro trepe a nuevos récords. Explica que el cóctel de aumento de los niveles de deuda pública, la caída de los rendimientos reales de los bonos, el aumento de los casos de coronavirus y el deterioro de las previsiones económicas ya empujaron el precio del oro a un máximo de ocho años y ahora se proyecta hacia máximos históricos en los próximos 12 meses (Morgan Stanley y Citigroup ven esos precios a mediados de 2021).
En tal sentido, los expertos de RBC Capital Markets consideran que si empeoran los rebotes de coronavirus con el consiguiente impacto sobre la economía, el oro podría acabar el año rozando los u$s2.000. De modo que, más allá de las revisiones de menor crecimiento, como las del FMI, el factor a monitorear es el aumento de casos de Covid-19 en las próximas semanas y meses. La gente de Edison, con sede en Londres, va más allá y considera que el oro debería estar cerca de u$s1.900 “con el potencial de que esto supere los u$s3.000”.
Pero el panorama no se agota en el virus porque mirando más a largo plazo, el oro continúa encontrando soporte en los rendimientos negativos, tanto reales como nominales: la cantidad de deuda pública con rendimiento negativo en todo el mundo superó los u$s13 billones la semana pasada por primera vez desde marzo (el máximo de u$s18 billones fue en agosto 2019). Además, el rendimiento real de un Treasury a 10 años se negoció a -0,66%, no visto desde mayo de 2013. Cabe recordar que el oro se negocia inversamente a los rendimientos de los bonos, y cuando se tornan negativos, es como combustible para el cohete del metal. Además, 2020 está siendo el mejor año del oro en términos de dólares, tras el retroceso reciente de la divisa.
Ahora bien enfocado en 2020 hay otro factor que jugará: el comportamiento de la India. Ocurre que el país más poblado del mundo tiene por delante dos grandes eventos, que en los últimos años hicieron subir el precio del metal por mayor demanda. Se trata de “Diwali” y la temporada de bodas que impactan en los precios entre agosto y septiembre. Por ello la pregunta que se hacen los expertos es cuánto impacto tendrá la pandemia en estas grandes celebraciones culturales y si el oro reaccionará.
Ocurre que India, al igual que EE.UU., registró recientemente aumentos de casos de Covid-19 y ya hay reportes que parejas indias retrasan o cancelan sus bodas en 2020. Esto podría implicar una caída de hasta el 50% en la demanda de oro en India (unas 400 toneladas). Vale señalar que para los indios el oro es casi como el dólar para los argentinos: según Incrementum, los indios ahorran hasta el 75% en oro. Se estima además que los hogares indios son los mayores acumuladores de oro del mundo con unas 24.000 toneladas. Otro tema que podría jugar a favor es que la temporada de monzones venga tranquila porque un tercio de la demanda de oro proviene de los agricultores.