La producción de pasas de uvas se encamina a ser un buen negocio en el 2019, tanto como terminó siendo el año pasado; y por eso desde las entidades de productores y desde el Gobierno han salido a alentar al viñatero que tiene varietales sin semilla para que este año seque sus propias uvas y logre un diferencial respecto a si las vende sin secar. Con buenos precios de venta, gran demanda mundial y sin nada de stock en los secaderos sanjuaninos, la pasa aspira a ser el más rentable de los productos vitivinícolas en el 2019, aseguran en la provincia. El panorama en cambio está deprimido para la elaboración de vino porque hay sobrestock, el mosto tiene algunos inconvenientes, dicen los industriales, y la uva de mesa tampoco logró que se levantara la exigencia de bromuración para entrar al mercado brasileño, tal como prometió Macri en la mesa vitivinícola hace unos meses; por lo que no se espera gran repunte en el que fue su principal destino. En cambio todos coinciden que el que tenga pasas tiene el negocio "del momento" porque se convirtió en un filón que cotiza al ritmo del dólar. En el Ministerio de Producción detectaron esa realidad y por primera vez incluirán este año el "tendido de pasas" entre los destinos de los créditos de cosecha y acarreo para el productor más chico, según anticipó ayer el ministro Andrés Díaz Cano. Agregó que se abrirá pronto un registro para que se anoten todos los que prestan servicio de secadero de uvas. "Queremos que estén los privados y los públicos para que los conozca el viñatero, pueda aprovechar este servicio y produzca sus pasas que podrá vender a mejor precio al exportador. La pasa será una alternativa más rentable que la uva para vinificar o para consumo en fresco", aseguró el funcionario. Los presidentes de tres principales entidades de viñateros dijeron ayer que instará a todos los productores de uvas sin semilla a que sequen sus uvas, cuidando la sanidad y calidad. "Los que lo hagan así, les va a ir muy bien", dijo José Molina, desde la Cámara de Productores Vitícolas. "Nosotros aconsejaremos a los socios que hagan pasa, el año pasado recibieron 11 pesos por kilo, contra los 3,5 y 4 pesos que cobró el que entregó la uva", añadió Eduardo Garcés desde la Federación Viñatera. Por su lado, Juan José Ramos, de la Asociación de Viñateros Independientes, se sumó a la movida: "Vamos a instar a hacer pasa, creemos que este año va a ser un buen negocio porque hay mucha demanda de fruta seca en el mundo y a buen valor", dijo.

Los precios

El año pasado se vendió toda la pasa que se hizo. En el sector exportador cuentan que el clima no ayudó a Estados Unidos y fracasó en producción de pasas, se agotaron los stocks del mundo y el precio fue bueno para todos. "Para este año se espera un año normal y los precios van a bajar pero así y todo, van a estar muy por encima de los de la uva común. Va a ser un negocio 100 veces mejor que la uva para vino y mosto", dijo ayer en voz baja un referente del sector. Las primeras negociaciones de contratos insinúan pagos al productor de $6,50 y $8 por el kilo de uva sin semilla, sin reajuste y con pagos en cheques que van de tres a 8 meses según el valor. Ese precio se dispara si el viñatero vende pasa de buena calidad: se habla de 1,10 a 1,20 dólar por kilo de Flame, según si la financiación es a 3 o a 6 cuotas. O sea, entre 42 y 46 pesos por kilo. De concretarse, será una generosa paga que el viñatero puede recibir este año tan difícil para la vitivinicultura. 
 

 

Producción local

La uva destinada a pasas en 2018 fue de 50,7 millones de kilos (34% más que el año anterior) y para esta temporada algunos calculan que se destinarán unos 100 millones de kilos, porque será mejor negocio que enviarla a la elaboración de mosto. El año pasado unos 50 millones de variedades para pasa se fueron al mosto. Las variedades más destinadas a elaboración de pasa son Flame Seedless (55%), Arizul (17%), Sultanina (10%) y Superior Seedless (8%), entre otras.

 

Inversión pública

El Gobierno invirtió el año pasado unos 700 mil pesos en una planta de secado en San Martín, destinada a la Sociedad de Chacareros Temporarios . Sirve para secar un millón de kilos de uva por tanda, y también para deshidratar frutas y hortalizas, como tomates. El objetivo es agregar valor a los productos agrícolas que se cultivan en la provincia y que el productor pueda obtener mejor retorno por su trabajo. Existen además secaderos municipales en Angaco, Caucete y Sarmiento.